⇐ Mensajes del 31 al 60
El ser humano encarnado en la Tierra, dispone de seis ojos, como posibilidades de visión y orientación para acceder al Séptimo del Padre Creador. O sea: 2 Ojos físicos; 2 Ojos del alma; el Tercer Ojo, y el Ojo olipsiefervísico que es en el plexo solar. Es decir: Tres Físicos y Tres Psíquicos.
__ De los Tres Ojos físicos, dos en la cabeza de orientación externa, y uno de orientación interna en la región del ombligo, el plexo solar, la figura representativa del Padre como imagen cósmica en espiral, para su manifestación de interno a externo.
__De los Tres ojos esenciales, internos, 2 son los ojos del alma, que se valen también de los 2 ojos físicos; Y el tercer Ojo, en el entrecejo, como el ojo del espíritu en Luz, y del que se vale el espíritu para profundizar en lo invisible las cosas que son de Dios, o de otras que estando en lo invisible, él las percibe poniéndolas al descubierto y ser manifestadas al externo, por la persona que las descubre y las pone en un papel, o en otras cosas que le puedan servir a sus manos de poderlas manifestar en su Metafísica o en su Metagoge. Más, existe el OJO DIVINO DE LUZ INTELIGENTE, cuando se pasa a hermano de Luz, que es el que hace siete.
__ El Ojo olipsiefervísico, (la semejanza del Ojo de DIOS, en espiral), para que se pueda comprender mejor, es el vientre. Igual el hombre que mujer todos llevamos la Imagen de DIOS en nosotros mismos, y la llevamos en el plexo solar, lo que es la región del ombligo, esto es un ojo también, pero es que este ojo está lleno de ganglios, millones de ganglios, en la cual estos ganglios no son nada más que perceptibilidad del radar que forma todo el vientre, y por aquí es donde se perciben las cosas divinas. El plexo solar, que es el radar, da la irradiación hacia la mente, y de la mente, entonces, la irradiación va a todas partes del cuerpo.
En las Escrituras bíblicas hay una referencia al caso en Juan 7:38 El que cree en mí, ríos de agua viva correrán de su vientre.
Cuando sepamos introducirnos en nosotros mismos, nos encontraremos en esa unidad suprema del yo interior, que hará el contacto con el yo exterior, y se nos despertará lo que se dice el tercer Ojo y veremos con la mente en vez de ver con los ojos, porque será una meditación constante en nosotros mismos para introducirnos para saber la verdad.
Con el tercer Ojo no hay necesidad de leer ni de ver, porque sin ver, se ve. Son cosas difíciles de poder manifestar, cuando las mentes no están moldeadas a lo que se desea expresar, a fin y efecto de que se pueda ir subiendo los peldaños hasta llegar al séptimo Ojo; entonces ya no somos terrenales sino completamente espirituales y a semblanza y semejanza del Gran Creador.
H.J.S.P.T.M.D.E.A.C.F.I.N.
En Todo Concerniente Al Desarrollo De Naturaleza, En Cual Nos Encontramos En Nuestro Existir Existente, Siempre Se Plasma El Principio De Semejanza Entre Naturaleza Material I Esenciabílica.