Los socialistas y la Religión Cristiana y Divina:
Buscando en la historia encontramos que en los primeros tiempos de la esposa del Señor (antes de la prostitución), no solo usaron aquellos mártires el socialismo, sino que llegaron hasta la comuna.
La historia nos enseña que cada sección constaba de tres personas: Obispo, Diácono y Diaconisa; el primero tenía el cargo de prestar toda clase de auxilios a los hombres, la tercera a las mujeres, y el segundo administraba los bienes de la comunidad. Cuando los obispos aceptaban tales cargos, era con el objeto de morir mártires como recuerdo al esposo Jesús. La misma nos cuenta que comían y vestían lo peor de la comunidad, y si para alguno faltaba lo necesario, serían ellos los primeros en sufrir la falta; esto duró hasta el año 324, tiempos en que San Silvestre Obispo y Constantino Emperador la hicieron adúltera recogiendo lo mosaico, y prostituta con lo gentílico. Y en cuanto a los hechos de la adúltera, veremos cómo y donde los aprendieron: Pasemos a revisar la Masonería:
“La Masonería” es tan antigua, que en la Tierra no se halla su fundación por mucho que se la busque, pero puede hallarla en la nueva Jerusalén todo el que con sana voluntad la busque. Obligaron a “formarla” los hombres orgullosos por el mal trato que daban a los débiles y pacíficos; su código fue el «Amor, Paz y Caridad», que más tarde cambió la palabra Paz por Fraternidad, por las persecuciones de que fue objeto por la adúltera; su obligación defender al débil de las acechanzas del fuerte. Sirvió de Maestro a Jesús en donde aprendió su Divina Ley y moral; de donde salió para enseñarla a la humanidad en general; por más que sabía que le costaría la cruz.
¿Por qué crucificaron a Cristo y cual es la Iglesia fundada por él? En cuanto a lo primero claro está en los evangelios: por haber tirado nueve de los diez mandatos de la Ley de Moisés, y haberla convertido en uno solo, el de amar al prójimo como a ti mismo; preguntado: ¿cómo amaré al prójimo como a mí mismo? Contesto: «lo que quieras que los hombres hagan contigo, haz tú con todos los hombres que en ello amas al Padre que está en los cielos», esta es la Ley y los profetas. Esta es la piedra fundamental de la verdadera religión; la moral que se desarrolla de esta base, corona el edificio que desarrollaremos más adelante.
El pacto que hizo con los apóstoles fue el de que nada debían aceptar, como religiosos, de judíos, gentiles, ni de otra religión, ordenando que les enseñaran a cumplir la Ley a todos los que les quisieran oír, mas también les dijo que, donde no les quisieran recibir, sacudieran hasta el polvo de las sandalias, equivalente a “no forcéis a ninguno” porque sabía que todos tenemos libre albedrío; el bautismo se daba a todos los que aceptaban la nueva doctrina; y en efecto, era y es bautismo, por cuanto que cualquier ser, después de examinar la doctrina, forma concepto de seguirla, consta su voluntad en el Libro Universal de la Nueva Jerusalén (el bautismo con agua no es cristiano). En aquellos tiempos no se usó fórmula alguna más que el cumplimiento de la Ley, como consta en los Evangelios con el dicho de “De nada sirve la circuncisión sino se cumple la Ley (bautismo judío)»; por esta misma causa perecieron todos los Apóstoles, con los que concluyó lo establecido por Cristo y por ellos continuado, pues los que quedaron como cristianos, les fue forzoso unirse a los gentiles y adorar ídolos.
Llamaron iglesias a los puntos donde se reunían para instruirse en la moral, cual consta en capítulo 14, 1ª a los Corintios; pues habiéndoles dicho el Maestro que, donde estuvieran dos o más reunidos, allí estaría él, confiaban en que no les faltaría a darles instrucción; mas como todos no comprendían el lenguaje espiritual, tomaba los cuerpos de algunos para hablar en ellos y darles instrucciones morales que creía conveniente, como declara Juan en los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis, bastante claro para los que están lo bastante desmaterializados, para que puedan comprender; por eso dijo, vea el que tenga ojos, y oiga el que tenga oídos; eso, no obstante, nos manda que seamos vulgares, con sencilla expresión..
Nunca se metió en asuntos materiales, y aconsejó a sus discípulos que tampoco lo hiciesen, con el dicho de “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, y en efecto, teniendo el hombre dos padres que conocer, como dos lenguajes que hablar, tiene dos leyes que cumplir; para el padre hombre tiene la palabra; para el Padre Espiritual tiene el pensamiento acompañado de la meditación profunda, y como este todo es Justicia, se comprende con arreglo al uso que hacemos de SU Ley, pues como no nos puede quitar el libre albedrío que nos dio, la Justicia tampoco puede torcerse.
Muy diferente es la ley formada por los hombres que pueden alterarla a su voluntad, según les convenga a los legisladores y ejecutores; los demás deben obedecer y sobre todo los que representan algún rango o representación, llámense obispos o cardenales, pues el mismo Papa no está exento, como hombre, de la obediencia a la autoridad civil sin entrometerse en examinar los hechos de ésta en cosa alguna.
Dad a Dios lo que es de Dios, etc. ¡qué palabra más acertada! ¿cómo es posible que un hombre en la Tierra pueda llevar las riendas de dos gobiernos opuestos por gran elevación que su espíritu tenga? la contestación a esta pregunta la tenemos hallada examinando la esposa del Señor en sus dos épocas: La primera desde su creación de sociedad secreta, salida del gentilismo, hasta el 324, que adulteró; gran número de sus hijos salieron del destierro (planeta Tierra) para no volver a él, y sobre todo de los directores: Los directores de la primera solo llevaron las riendas espirituales; los de la segunda han llevado las dos, y para concluir la una vino el adulterio.
Ya dijimos las maneras de vivir de los primeros hasta Silvestre obispo. Constantino en aquella fecha emperador de Roma, se encontraba tan disgustado de los sacerdotes gentílicos, que no acertaba a quitar de su conciencia el peso que le abrumaba, pues había hecho matar a su esposa, en el baño, a un hijo suyo y a un sobrino heredero del trono, que buscó a los obispos de la esposa del señor, y no tuvieron estos escrúpulos de conciencia en recoger la confesión, y perdón de pecados, que el esposo había tirado como establecida por Moisés para saber los secretos de los israelitas cuando tanto conspiraban contra él, y el emperador Constantino quedó tan satisfecho del perdón de sus pecados que concedió a Silvestre la ciudad de Roma y la corona real. Este es el primer Papa que debe contarse como católico romano.
Esta fue la unión de la gran bestia al dragón Apocalíptico, y por lo tanto, el anticristo, puesto que recogieron todo lo que Cristo había tirado, tanto de los judíos cuanto de los gentiles, y persiguieron encarnizadamente a todos los que no quisieron aceptar la prostitución de su madre, de donde resultaron tantos llamados solitarios que prefirieron alimentarse con hierbas a dejar la Ley Divina que Jesús había enseñado.
Obligaciones del director de almas según el Cristo:
Para ser instructores deben enseñar por práctica y de palabra, la Ley y lenguaje espiritual; debe saber quién es su espíritu, de donde vino, por qué, para qué y donde debe marchar, y formar la balanza de la conciencia.
Los mayores deben además de lo expuesto, conocer la elevación de los espíritus, maneras de recibir y hacer caridad espiritual con ellos según clases y marcha de los espíritus cuando han dejado la materia.
Los superiores, deben, además de lo expuesto, conocer la creación, causas que motivan la transmigración hasta el destierro; y la reencarnación; conocer y desarrollar los Atributos de Amor, Paz, Caridad, Bondad, Misericordia, Justicia e Inmutabilidad que concedemos al Ser Creador, vigilar sobretodo a los intérpretes que cumplan fielmente su cometido y estar en constante relación con el Espíritu que preside las reuniones para transmitir a los reunidos lo que desea enseñar: La política, negocios y ciencias materiales, sólo caben como comparaciones para dar a comprender lo espiritual, porque no caben en conjunto con la Filosofía y Teología natural que sólo buscan la parte esencial de las cosas vitales.
La limosna a los hombres pobres la dejamos para los que los crearon, porque para dar es menester tener y el no haber creado pobres nos impide tener materiales, pero en cambio aconsejamos que ninguno falte a la caridad espiritual; por eso no hay entre nosotros célibes por voluntad, pues saben que para tales faltas no hay entrada en la Nueva Jerusalém, nuestra verdadera patria; y para saber quien cumple y quien no tampoco necesitamos confesor ni confesionario: nos basta leer en la conciencia de cada uno para imponer el remedio al mal.
Enseñamos a que los hombres se conformen con su posición y trabajos, puesto que fueron pedidos por ellos para pagar las maldades que antes habían hecho siendo ricos, cosa fácil de saberlo usando el lenguaje del pensamiento y preguntando a su protector, así como que en el destierro sólo hallará la felicidad en la conformidad de las cosas para pagar la pena del talión, o sea, padecer por sus semejantes algo más que se les hizo padecer, por eso dijo Jesús: Bienaventurados los pobres, si limpios están de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los ricos de espíritu(o sea en luz), porque de ellos es el reino de los cielos. Y tratándose del rico dijo: es tan difícil entrar en el reino de los cielos como pasar un camello por el ojo de una aguja. Mas también dijo: Os mandaré quien os diga lo que yo no puedo deciros, porque tampoco lo comprenderíais.
Pedro continuador de la obra de Jesús
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