10 VALORES ESPIRITUALES

    VALORES ESPIRITUALES O CAMINO DE LA SALVACIÓN

  PAZ, A LA ANSIEDAD: Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con hacimiento de gracias. 7 Y la Paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús. Juan 14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; de otra manera os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde yo voy; y sabéis el camino. 5 Dícele Tomás: Señor; no sabemos a dónde vas; ¿cómo pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conocierais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Dícele Felipe: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que está en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que estas hará; porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me amáis, guardad mis mandamientos; 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 Al espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. 19 Aun un poquito, y el mundo no me verá más; empero vosotros me veréis; porque yo vivo, y vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, aquel es el que me ama; y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22 Dícele Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué hay porque te hayas de manifestar a nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió. 25Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas que os he dicho. 27 La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 28 Habéis oído como yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozaríais, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que se haga; para que cuando se hiciere, creáis. 30 Ya no hablaré mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí. 31 Empero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dio el mandamiento, así hago. Levantaos, vamos de aquí.

   VALOR, DELANTE EL MIEDO: Hebreos 13:5 Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. 6 De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me hará el hombre. 8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. 2ª Corintios 4:8 Estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; 18 No mirando nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.; 5:1 Porque sabemos que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos.

   SOCORRO AL SUFRIMIENTO: 2ª Corintios 12:8 Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. 10 Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso. 1 Cierto no me es conveniente gloriarme; mas vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. 6 Por lo cual si quisiere gloriarme, no seré insensato: porque diré verdad; empero lo dejo, porque nadie piense de mi más de lo que en mí ve, u oye de mí. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado hasta el tercer cielo. 4 Que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no puede decir. 12 Con todo esto, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, en señales, y en prodigios, y en maravillas. Hebreos 12:3 Reducid pues a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, porque no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando. 13 Y haced derechos pasos a vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino, antes sea sanado. 15 Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados; 2 Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra del trono de Dios.; 4:16 Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

   FIRME A LA DECISIÓN: Santiago 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela a Dios, el cual da a todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada. 6 Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la honda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra. 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; 3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardío para hablar, tardío para airarse; 21 Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas. 25  Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverando en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. 22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 26 Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana. 23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios; porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta a alguno.; 2:5 Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Hebreos 4:16 Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro. 2 Porque también a nosotros se nos ha evangelizado como a ellos; mas no les aprovechó el oir la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe. 11 procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 6 Así que, pues que resta que algunos han de entrar en él, y aquellos a quienes primero fue anunciado no entraron por causa de desobediencia.

   DESCANSO EN LA FE: Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. 27 Todas las cosas me son entregadas de mi Padre: y nadie conoció al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoció alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar. 11 De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista; mas el que es muy más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 10 Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, Que aparejará tu camino delante de ti. 9 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿un profeta? También os digo, y más que profeta. 26 Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos.; Romanos 8:31 ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; mas aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 38 Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir. 39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del Amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

   CONSOLANDO A LA TRISTEZA: 2ª Corintios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre del Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación. 4 El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados de Dios. 5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 10 El cual nos libró, y librará de tanta muerte; en el cual esperamos que aún nos librará; 12 Porque nuestra gloria es esta: es testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy mas con vosotros. 13 Porque no os escribimos otras cosas de las que leéis. o también conocéis; y espero que aun hasta el fin las conoceréis. 14 Como también en parte habéis conocido que somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús. 20 Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros a gloria de Dios. Romanos 8:26 Y asimismo también el Espíritu ayuda nuestra flaqueza: porque qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu pide por nosotros con gemidos indecibles. 28 Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; 18 Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada. 16 Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible a la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, mas conforme al espíritu. 5 Porque los que viven conforme a la carne, de las cosas que son de la carne se ocupan; mas los que conforme al espíritu, de las cosas del espíritu. 6 Porque la intención de la carne es muerte; mas la intención del espíritu, vida y paz.

    CURSILLOS Y FUERZA DE VOLUNTAD: Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 3 Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. 4 Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa. 21 Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas. 23 Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se consideró a sí mismo, y se fue, y luego se olvidó qué tal era.; 1ª Corintios 10:30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser blasfemado por lo que doy gracias? 32 Sed sin ofensa a Judíos, y a Gentiles, y a la iglesia de Dios; 33 Como también yo en todas las cosas complazco a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos. 23 Todo me es lícito, mas no todo conviene; todo me es lícito, mas no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.; 11:1 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 3 Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo. 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 26 Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga. 33 Así que, hermanos míos, cuando os juntáis a comer, esperaos unos a otros.; 12:13 Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos o Griegos, ora siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. 4 Empero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.

    GRACIAS DE GRATITUD POR LA GRACIA: 1ª Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis el Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Apartaos de toda especie de mal. 23 Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 11 Por lo cual, consolaos los unos a los otros, y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis. 4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; 1 Empero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba: 2Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche. 8 Mas nosotros, que somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo. 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo; 10 El cual murió por nosotros, para que o que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 15 Mirad que ninguno de a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. 16 Estad siempre gozosos. 25 Hermanos, orad por nosotros. 28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros Amén. Hebreos 13:15 Así que, ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesan a su nombre. 18 Orad por nosotros: porque confiamos que tenemos buena conciencia, deseando conversar bien en todo. 19 Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea más presto restituido. 20 Y el “Dios de paz” que sacó de los muertos a nuestro «Señor Jesucristo», el gran pastor de las ovejas, por la sangre del testamento eterno. 8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. 21 Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis “SU Voluntad”, haciendo “Él” en vosotros lo que es agradable delante de «EL» por Jesucristo; al cual sea gloria por los siglos de los siglos Amén. 9 No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas. 22 Empero os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación; porque os he escrito en breve. 25 La gracia sea con todos vosotros. Amén.

   LUZ DIVINA: 1ª Juan 2.8 Otra vez os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros; porque las tinieblas son pasadas, y la verdadera Luz ya alumbra. 9 El que dice que está en Luz, y aborrece a su hermano, el tal aún está en tinieblas todavía 10 El que ama a su hermano, está en Luz, y no hay tropiezo en él. 11 Mas el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va porque las tinieblas le han cegado los ojos. 1 Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo; 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 5 Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por eso sabemos que estamos en él. 6 El que dice que está en él, debe andar como el anduvo. 7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio: el mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 25 Y esta es la promesa, la cual él nos prometió, la vida eterna. 26 Os he escrito esto sobre los que os engañan. 27 Pero la unción que vosotros habéis recibido de él, mora en vosotros, y no tenéis necesidad que ninguno os enseñe; mas como la unción misma os enseña de todas cosas, y es verdadera, y no es mentira, así como os ha enseñado, perseveraréis en él. 28 Y ahora, hijitos perseverad en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida. En Su Nueva Reencarnación.

    La Ley de reencarnación en la Biblia:

  (Una de las principales reivindicaciones existenciales en la humanidad, apoyada por todos los maestros de Sabiduría y culminada de forma global en el mensaje de Cristo, es la Ley de Reencarnación, asociada a la Ley de gravedad, puesto que para poder encarnar los seres en el “planeta Tierra”, deben ostentar un cierto grado de materia sutil (esencia de materia), para que la propia Ley de gravedad existente los tenga adheridos a “ella”. Pues con un grado de materia menor, la Ley de gravedad no podría tener retenido al espíritu humano.

  Aunque Cristo instruyera a sus discípulos sobre la Ley de reencarnación, posteriormente en las sucesivas traducciones e interpretaciones, bien por ignorancia o por malicia, tergiversando una verdad tan fundamental para el desarrollo humano, llevaron a los posteriores seguidores, que por sucesión correspondía, de los discípulos de Cristo, a cambiar la palabra reencarnación por la de resurrección que venía de los egipcios. Velando de esta manera, un conocimiento esclarecedor en el desarrollo evolutivo del ser, tanto a nivel moral como psicológico, por las causas y efectos, que sin saberlo sufre la humanidad.

  Si bien la palabra reencarnación no sale en las actuales Escrituras, al menos textualmente, sí en el contenido oculto en el Espíritu de la letra; habida cuenta, que las Escrituras se pueden interpretar a tres niveles: El primer nivel el meramente textual. El segundo nivel el simbólico; y el nivel oculto o esotérico: Pues si bien existen muchos párrafos que con la interpretación textual pueden ser bien comprendidos, existen muchos otros que teniendo una interpretación dual o sea en dos sentidos, cada cual los ha tomado según su sentido interesado doctrinal o religiosamente).

   LEY DE REENCARNACIÓN, O DE RENACIMIENTO:
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Apocalipsis 2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda. 20:5 Mas los otros muertos no tornaron a vivir, hasta que sean cumplidos mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. (la muerte segunda se refiere a la reencarnación siguiente).
1ª Corintios 15:19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.

__ Mateo 17:10 Los discípulos le preguntaron a Jesús, diciendo: ¿Por qué dicen pues los escribas que es menester que Elías venga primero? 11 Y respondiendo Jesús les dijo: A la verdad Elías vendrá primero, y restituirá todas las cosas. 12 Mas os digo, que ya vino Elías, y no le conocieron; antes hicieron en él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. 13 Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista.
(O sea que Juan el Bautista fue la reencarnación del que en la existencia anterior fue Elías. Y si bien cuando preguntaron a Juan el Bautista se era Elías dijo entonces que no, porque él sabía que no era él el que debía restituir las cosas, sino Jesús, del cual dijo que no era digno de desatar la correa del zapato. Esto fue confirmado también por el profeta) Malaquías 4.5 He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible. 6 El convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres: no sea que yo venga, y con destrucción hiera la tierra.
(Todo esto parece indicar, que en los tiempos donde se produjeron tales hechos, se aceptaba la Ley de reencarnación como hecho rectificador. Pues se relata que Elías ordenó a sus discípulos: “Echad mano de los profetas de Baal, y que no se escape ni siquiera uno solo de ellos”. A los que habiéndoles echado la mano, los llevó Elías al arroyo de Cisón, y matólos todos allí. De esta forma Elías resultó culpable ante la Ley del Carma o Ley de causa y efecto (indicada en aquellos tiempos como Ley del talión), por haber ordenado dar una muerte tan bárbara a los sacerdotes de Baal; y de este modo se hizo candidato a sufrir igual suerte en el futuro. La Biblia es la que atestigua el rescate de esa deuda Cármica de Elías, pues cuando renació, o sea reencarnó posteriormente bajo la personalidad de Juan el Bautista, también fue degollado, en el reinado de Herodes, a pedido de Salomé. Cumpliéndose así la Ley de causa y efecto, en su implacable Justicia redentora, puesto que “quien a hierro hierre, con hierro será herido, y Elías debió pagar su culpa a pesar de haber sido Juan el Bautista el precursor del Mesías).
Mateo
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no acontezcan.
(Luego, según se dice en Malaquías que nos enviaría a Elías, un retorno de este género, evidentemente, no puede ser entendido sino como una verdadera reencarnación. Los siglos pasaron, y he aquí que Lucas nos dice que esta profecía se está cumpliendo. El ángel anuncia a Zacarías la reencarnación con estas palabras):
Lucas 1:13 Mas el Ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan. 16 Y a muchos de los hijos de Israel convertirá al señor Dios de ellos. 17 Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.
(Juan, entonces nacerá y tendrá el espíritu de Elías, indicando vendrá delante del Mesías, como reencarnación de Elías. Como las muchedumbres no comprendieron quién era, Jesús les reprocha): Mateo 7/15
¿Qué habéis irdo a ver al desierto, una caña agitada por el viento?, ¿qué habéis ido a ver, a un hombre vestido muellemente?, ¿a qué habéis ido, a ver un profeta? Yo os digo que más que un profeta, este es de quien está escrito: «He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, que aparejará tu camino delante de tí». En verdad os digo que entre los nacidos de mujer, no ha aparecido uno más grande que Juan el Bautista… Y si queréis oirlo, él es el Elías que ha de venir. El que tenga oídos que oiga.
 
Lucas 9:18,19 Aconteció que orando Jesús a solas, estaban con él los discípulos, a los cuales preguntó: ¿Quién dicen que soy yo? Respondiendo ellos: unos, Juan el Bautista; otros, Elías; otros que algún profeta de los antiguos ha resucitado. En tiempos de Cristo se creía en la Ley de reencarnación. El cuerpo de Elías o del antiguo profeta, estaba destruido desde hacía siglos, la única parte viva era su espíritu, y solo este podía encarnar en la Tierra con un cuerpo nuevo.
Jeremías 1: 4,5 Fué pues la palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta a las gentes.
(Aquí
tenemos otro mensaje en alusión a la reencarnación: El conocer a un alma como espíritu-ser antes de ser concebido, o sea, antes de encarnar, significa que este ya había existido físicamente en otras vidas o existencias, y el Maestro ya lo conocía como persona física, en su anterior existencia. Puesto que espiritualmente el Maestro (Señor), y «Padre» ya conocen a todos los espíritus creados por «DIOS», no solamente el de Jeremías).

__ Juan 5:46 Porque si vosotros creyeseis a Moisés, creeríais a mí; porque de mí escribió él.
  (En este momento estaba hablando Jesús encarnado en la Tierra, y dice que Moisés cuando estaba en la Tierra recibía espiritualmente, o sea escribía lo que Jesús en la preexistencia, desde el cielo le dictaba. Y eso lo dice Jesús en la Tierra, al haber desencarnado anteriormente Moisés. Poniendo esto de relieve claramente la Ley de reencarnación).
3:13 Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.

__ Juan 3:1 Había un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y díjole: Rabí, sabemos que has venido de Dios por maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces sino fuese Dios con él. 3 Respondió Dios, y díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. 4 Dícele Nicodemo:  ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿puede entrar otra vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.
  (Aquí existe una dualidad en cuanto a su interpretación. Pues la primera es, nacer o despertar a la fe en Cristo según algunas iglesias. Y la segunda es que Jesús está indicando que es necesario reencarnar otra vez para ver el reino de Dios. Porque el nacimiento se verifica a través del espíritu humano, que animando el óvulo es el que desarrolla el feto para poder reencarnar. Pues nacemos de agua, porque la mujer en estado de gestación, cuando rompe las aguar es cuando nace la criatura. Y aquí por extensión cabría el decir que nacemos de sangre y agua: de sangre puesto que la madre es la que tiene el cordón umbilical que alimenta de sangre y cuando se corta después de romper aguas, se ve claramente el nacer, en este caso, de sangre y agua; y del espíritu que es el que viene a reencarnar.
Por otra parte podemos ver también, que para comprender el sentido de este texto, es necesario situarse en el significado que se le daba a la palabra agua, como elemento generador de vida. Pues antiguamente se creía que el planeta Tierra se había formado o salido de las aguas. Tanto es así que en el Génesis Bíblico se dice: “El Espíritu de DIOS era llevado sobre las aguas…,que las aguas produzcan reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la Tierra…”-
Según esto, existía la creencia que el agua era el principio de la naturaleza material, y el espíritu el de la naturaleza inteligente. El dicho de: “Si el hombre no renace del agua y del espíritu, o en agua y en espíritu”, es significante de: “Si el hombre no vuelve a nacer con su cuerpo y su alma”.
Si observamos el dicho “nacer del agua”, está indicando al agua como dadora de vida. Si lo comparamos en la procreación humana, tenemos el óvulo femenino, semejante a una gotita de agua, cubierta por su piel transparente y porosa. Y el espermatozoide o gameto masculino, también semejante a otra gotita de agua que se adhiere al útero, para iniciar posteriormente el proceso de la placenta. Y por mediación de su alimentación de “agua” como líquido amniótico, comenzando la formación del cuerpo de dichas dos gotas de agua. Por lo cual, nacer de agua y del espíritu es recibir un cuerpo nuevo para efectuar la reencarnación del espíritu. Por tanto, en Ley y Justicia, las religiones cristianas no pueden negar la reencarnación, puesto que no hay ningún texto en la Biblia que niegue la reencarnación).
 
Marcos 6:14 Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan, el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él. Hechos 13:34 Y que le levantó de los muertos para nunca más volver a corrupción, así lo dijo: Os daré las misericordias fieles de David. Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.

__ Juan 9:1 Y pasando Jesús, vió a un hombre ciego desde su nacimiento. 2 Y preguntándole sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿Quién pecó, este os sus padres, para que naciese ciego? 3 Respondió Jesús: Ni este pecó, ni sus padres; mas para que las obras de Dios se manifiesten en él.
  (Con esta respuesta el Mesías dejó bien claro, que ni el ciego como humano (en su actual existencia), ni sus padres, habían cometido pecado. ¿Entonces cuál es la causa de ser ciego? El maestro dijo: «para que se manifestasen en él las obras de Dios» ¿Cuáles obras? Las Obras de Dios se manifiestan en toda su creación por medio de Leyes sabias y justas. Y si ese hombre nació ciego, tiene que haber una causa previa a su nacimiento ¿cuál? Sencillamente su pasado en otra encarnación, con el resultado posterior, de una vida de dolor por Ley de Consecuencia.
 En otra ocasión le preguntaron los apóstoles: Maestro, ¿no es necesario que antes que se cumplan las profecías ocurran muchas cosas? Y él empieza a describir las señales del fin del mundo y dice: «no pasará esta generación sin que todo lo que he hablado se cumpla hasta la letra más pequeña». Habló Jesús hace veinte siglos, pero todo lo que dijo todavía no se ha cumplido; entonces cabe preguntar: ¿mintió? ¿se equivocó? O ¿no se refería a los cuerpos? Ya han pasado muchas generaciones. ¿A qué personalidad se referia, a los cuerpos o las almas? ¿No se refería Jesús al hecho de que aquellas almas que estaban allí no saldrían de la Tierra antes de que se cumpliera todo lo que EL había hablado, y que estas almas se reencarnarían por medio de los tiempos?).
 
Mateo 24:44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.

__ Juan 8:58 Díjoles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese. 21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa; para que el mundo crea que tú me enviaste. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado; por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo. 16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.

__ 1ª Corintios 15:12 Y si Cristo es predicado que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó; 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y aun somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él haya levantado a Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres. 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 29 De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos? 35 Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes. 37 Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, o de otro grano. 42 Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levantará en incorrupción; 43 Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia. 53 Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. 54 Y Cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?
(O sea que, si no hubiera la resurrección de muertos, no habría Ley de Reencarnación, y sin «Ley de Reencarnación» tampoco la procreación, y sin la procreación, la Creación, y sin la Creación la Naturaleza, y sin la Naturaleza, DIOS en lo manifestado, por lo que nos hallaríamos todos y todo en lo invisible manifestado de EL).

__ 1ª Tesalonicenses 4:13 Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcásis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús. 15 Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron. 16 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero; 17 Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

__ 2ª Tesalonicenses 2:1 Empero os rogamos, hermanos, cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestro recogimiento a él. 2 Que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el día del Señor esté cerca. 3 No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios. 5 ¿No os acordáis que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis lo que impide, para que a su tiempo se manifieste. 7 Porque ya está obrando el misterio de iniquidad; solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide; 8 Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida: 13 Mas nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad: 14 A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Nota: Las aclaraciones de interpretación de textos, expuestas entre paréntesis, son presentadas por Iostako Maraltrix.

    EL SERMÓN DE LA MONTAÑA: Mateo 5: Y viendo las gentes, subió al monte; y sentándose, se llegaron a él sus discípulos.
2 Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos: porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán hartos.
7 Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia: porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos: que así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
13 Vosotros sois la sal de la tierra: y si la tierra se desvaneciere. ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres.
14 vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra a todos los que están encasa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir.
18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una hoja ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.
19 De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñaré a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, este será llamado grande en el reino de los cielos.
20 Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio.
22 Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.
23 Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
25 Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al alguacil, y seas echado en prisión.
26 De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
27 Oísteis que fue dicho: No adulterarás:
28 Mas yo os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti: que mejor te es que se pierda uno de los miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
31 También fue dicho: Cualquiera que repudiare a su mujer, dele carta de divorcio:
32 Mas yo os digo, que el que repudiare a su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos.
34 Mas yo os digo: no juréis en ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35 Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jesusalem, porque es la ciudad del gran Rey.
36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un cabello blanco o negro.
37 Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
38 Oísteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
40 Y al que quisiere ponerte a pleito y tomare tu ropa, déjale también la capa;
41 Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos e injustos.
46 Porque si amareis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente ¿qué hacéis de más? ¿no hacen también así los Gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
7:12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres  hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.

   UNIVERSALISMO DE AMOR UNIVERSAL: Mateo 22:36 Maestro, ¿Cuál es el mandamiento grande de la ley? 37 Y Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. 38 Este es el primero y el grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.; Lucas 2:14 Gloria en las alturas a Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.

   CADENA DE UNIÓN DE AFINIDADES: Mateo 5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos e injustos.
46 Porque si amareis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos?
47 Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente ¿qué hacéis de más? ¿no hacen también así los Gentiles?
48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
   Romanos 3:11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios;
19 Empero sabemos que todo lo que la ley dice, a los que están en la ley lo dice, para que toda boca se tape, y que todo el mundo se sujete a Dios;
20 Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.
21 Mas ahora, sin la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, testificada por la ley y por los profetas:
22 La justicia de Dios por la fe de Jesucristo, para todos los que creen en él; porque no hay diferencia;
24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús;
25 Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 Con la mira de manifestar su justicia en este tiempo; para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
29 ¿Es Dios solamente Dios de los Judíos? ¿No es también Dios de los Gentiles? Cierto, también de los Gentiles.
31 ¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la Ley.
   13:8 No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.
9 Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás; y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
10 La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad.
11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
12 La noche ha pasado, y ha llegado el día: echemos pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz.
13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lechos y disoluciones, no en pendencias y envidia;
14 Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
   Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como os he amado, que también os améis los unos a los otros.
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. FORMANDO LA UNIDAD DE UNIVERSALISMO DE AMOR UNIVERSAL.
   1ª Corintios 13:4 La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
5 No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
6 No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad;
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada;
9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, jugaba como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño.
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.
12 Ahora vemos por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
   14:1 Seguid la caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis,
3 Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación.
6 Ahora pues, hermanos, si yo fuera a vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovecharé, si no os hablare, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien significante, ¿cómo se entenderá lo que se dice? porque hablaréis al aire.
21 En la ley está escrito: En otras lenguas y en otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
17 Porque tú, a la verdad, bien haces gracias; mas el otro no es edificado.
20 Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia; empero perfectos en el sentido.
Juan 15:17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros.

   NUEVOS CIELOS Y NUEVA TIERRA: Apocalipsis 21:1 Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.
2 Yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.
4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
6 Y díjome: Hecho es. Yo soy el Alpha y Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré de la fuente del agua de vida gratuitamente.
7 El que venciere, poseerá todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi hijo,
8 Mas a los temerosos e incrédulos, a los abominables y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
9 Y vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete postreras plagas, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la esposa, mujer del cordero.
10 Y llevóme en Espíritu a un grande y alto monte, y me mostró la grande ciudad santa de Jerusalem, que descendía del cielo de Dios.
11 Teniendo la claridad de Dios; y su Luz era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, resplandeciente como cristal.
12 Y tenía un muro grande y alto con doce puertas, doce ángeles, y nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel.
13 Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía tres puertas; al poniente tres puertas.
14 Y el muro de la ciudad tenía doce fundamentos, y en ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
15 Y el que hablaba conmigo, tenía una medida de una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas y su muro.
16 Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su largura es tanta como su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: la largura y la altura y la anchura de ella son iguales.
17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es del ángel.
18 Y el material de su muro era de jaspe; mas la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
19 Y los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados de toda piedra preciosa. El primer fundamento era jaspe, el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda;
20 El quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el nono, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
21 Y las doce puertas eran doce perlas, en cada una, una; cada puerta era de una perla. Y la plaza de la ciudad era de oro puro como vidrio trasparente.
22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
23 Y la ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella: porque la claridad de Dios la iluminó, y el Cordero era su lumbrera.
24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
25 Y sus puertas nunca serán cerradas de día, porque allí no habrá noche.
26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
27 No entrará en ella ninguna cosa sucia, o que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
   22:1 Después me mostró un rio limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
2 En el medio de la plaza de ella, y de la una y de la otra parte del río, estaba el árbol de vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
3 Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.
4 Y verán su cara; y su nombre estará en sus frentes.
5 Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de antorcha, ni de lumbre de sol: porque el señor Dios los alumbrará; y reinarán para siempre jamás.
6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que es necesario que sean hechas presto.
7 Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
8 Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hubo oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
9 Y él me dijo: Mira que no lo hagas; porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.
11 El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía; y el que es justo, sea todavía justificado; y el santo sea santificado todavía.
12 Y he aquí , yo vengo presto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según fuere su obra.
13 Yo soy Alpha y Omega, principio y fin, el primero y el postrero.
14 Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.
15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.
16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.
17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven, Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida de balde.
18 Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
20 El que da testimonio de estas cosas, dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así. Ven, Señor Jesús.
21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

   CRISTO, EL BUEN PASTOR, NOS DICE: Juan 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.
15 Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
29 Mi Padre que me las dio, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
30 Yo y el Padre una cosa somos.
   15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que está en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
7 Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias.
16 No me elegisteis vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros.
18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo.
20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
23 El que me aborrece, también a mi Padre aborrece.
24 Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, y las han visto, y me aborrecen a mí y a mi Padre.
25 Mas para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Que sin causa me aborrecieron.
26 Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.
27 Y vosotros daréis testimonio porque estáis conmigo desde el principio.
   Filipenses 2:14 haced todo sin murmuraciones y contiendas.
18 Y asimismo gozaos también vosotros, y regocijaos conmigo.
21 Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. ¡AMAOS!

   Si quieres colaborar en bien de todas las Entidades, Religiones, Partidos Sociales, Gobiernos y Naciones del Mundo, mira de Evangelizar lo que tu comprendas de esta BIBLIA, que es la tuya, o de este TESTAMENTO, DE LA NUEVA ERA DE AMOR UNIVERSAL.

Siempre con vosotros, JESÚS y Juan, el niño

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