Es curioso observar, como la pasión mueve al mundo, en cualquier circunstancia o condición en cuanto a criterios, de lo que no se libra nadie, cosa que cada cual tiene que saber, si la pasión le lleva a efectuar movimientos no correctos o convenientes con su realidad intrínseca, o su ideal en relación con los demás, y según sea su condición ante su propia Ley de Causa como destino, dentro de su estado evolutivo. Y no confundamos lo dicho, con el sexy-gravitatorio, que tiene su determinado y peculiar enfoque.
Luego, si de forma ineludible tenemos que vivir con nuestra pasión inherente y en relación con los demás, siempre llegamos al mismo punto y común denominador, que es la conjunción comprensiva entre la unidad y diversidad sempiternas, puesto que, no podemos hablar de unidad, sin la diversidad que la exprese o la justifique, al no poder existir al mismo tiempo diversidad, sin la unidad subyacente interna-externa. Por lo que no se llega a comprender en muchos casos, la interdependencia de la diversidad dentro de la unidad, y la unidad en la diversidad.
Por lo cual, la única resolución es la interrelación y trasvase entre lo diverso, cosa que ya se va dando, al menos en el medio virtual con más o menos predisposición, pues la pasión inherente puesta en ello, los que creen ser poseedores de una absoluta verdad, impide en muchos casos, el tener una correcta convivencia entre la diversidad de ideas y pareceres o enfoques, por la pasión puesta en juego, que nos condiciona en nuestra relación con la diversidad, haciéndonos absolutos dentro de la Unidad y Verdad:
Otra cosa es, o sería el origen de la pasión, pues siendo todo Amor en diversidad de grados, hasta llegar a su deformación, tenemos por ejemplo el Amor Universal en la pasión de Cristo, evangelizando en un medio hostil a la Verdad. Y por otro lado el amor-pasión que es ciego, por ser la misma pasión dentro de su amor, que impide el ser justo por ser parcial. Por eso precisamente, es importante el observar el grado de pasión que estamos imprimiendo en nuestra relación con el mundo.
Si asumimos que siempre en nuestra relación existirá un determinado grado de pasión, la mejor manera de salvarnos de tal circunstancia natural mas o menos comprendida, es el adoptar una visión universalista de relación con el conjunto, aplicando la base del último saber: «Todo lo que quisieras que los hombres hicieran contigo en igualdad de circunstancias, haz tú con los hombres», que se nos escapa en muchos momentos de nuestra inter-relación, por ser nuestro grado de pasión, lo que nos lleva a una desarmonización dentro de la diversidad y unidad. Por eso es preciso el diálogo, enfocando el esclarecimiento hacia su punto de conjunción de unión, para que exista PAZ-CIENCIA en la diversidad de pasiones puestas en juego.
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