Puesto que el ser humano está habituado a entender las cosas a través de sus nombres, para mejor organización y vida, también se ve precisado a utilizar nombres que son palabras para definir al Principio Creador de todas las cosas. Aunque en Ley y Justicia a DIOS no se le puede nombrar; por eso se LE ha definido con pronombres para no darle nombre, como: Aquel; EL; El que es….. o El Absoluto; El Gran Todo; El Gran Arquitecto del Universo; El Uno sin segundo…. Etc. que son aspectos genéricos como Principio Creador. No obstante para entenderse el ser humano Le ha definido de forma más específica, como los dos nombres más comunes, que son DIOS, EL PADRE. Aunque todos son indicadores de EL mismo dentro de SU Unidad.
Por lo tanto, para indicar sus movimientos como CREADOR, tenemos la definición de DIOS y PADRE como Creador. Por lo que podríamos decir, que DIOS, como esencia increada, sin forma, se hizo DIOS con SU propia Forma de ser, representando a un Gran SOL como Casa Paterna, a donde deben de volver todos sus hijos. Si bien todos estos nombres van a parar a Una Sola Unidad Creadora, también todos ponen de relieve, que DIOS como Principio increado, tuvo necesidad de manifestarse para cubrir la necesidad de SU propio Amor. Y al hacerlo no tuvo más remedio que manifestarse en sí mismo, trabajando la Esencia de su misma Esencia, para dar la «ESENCIA» de su misma Esencia de Vida, como «Semejanza de SU propio Amor». Y a través de «ELLA», el poder originar la creación de SU Creación, de interno a externo a semejanza de una semilla.
Por otra parte existe una definición genérica en relación con el PADRE CREADOR y los seres humanos, sus hijos, indicadora de semejanza de perfección e iluminación, en relación con la Luz, que es Divinidad. Por lo que dentro de este contexto se pueden clasificar en tres clases de Divinidades a saber:
La Divinidad hijo, en estado de iluminación y desarrollo, dentro del concepto tiempo-espacio-cambio (dios-Luz).
La Divinidad como hijo de Iluminación (Dios-Luz).
La DIVINIDAD Suprema, como Centro de LUZ radiante en Esencia de Potencia (DIOS-LUZ).
Así pues, tenemos los tres conceptos de dios-Dios-DIOS, que como Divinidades definen la luz-Luz-LUZ.
Y finalmente tenemos a DIOS como el increado originalmente genérico, como el TODO en todo, como Vida interna Eterna en todo lo creado, moviéndose como quiere con Su Deseo Cósmico de Amor Universal sin imposición, con esa neutralidad interna de Su Bondad Infinita.
Todo movimiento originado por el Principio Creador Universal, en SU Esencia increada e indiferenciada, se convierte en Ley o movimiento de desarrollo posteriormente en la creación creada, como representación de la totalidad en su aspecto tripartito de Naturaleza, Dios y Universo.
El primer movimiento que efectuó el Creador increado e indiferenciado como Unidad primordial, fue el movimiento de materialización, o sea que, siendo Esencia Pura en SU Perfección, primero fue preciso efectuar un movimiento de materialización, para después desmaterializarse por SU propia Fuerza, y pasar de SU Estado Puro a «SU Estado Perfecto en SU Pureza», y así quedara formada una dualidad, con SU Estado Perfecto como «Esencia de Fuerza de Esencia Regenerada o E.F.E.R. (Alma)», dejando a «SU Espíritu» en estado de embrión constante, para que creara la Naturaleza, mientras que con SU LUZ esplendorosa da vida y la dio a Su propia vida de Creación, Naturaleza y Universo.
Cuando el ser humano, en estado de perfeccionamiento espiritual, la materialización es la resultante de la desmaterialización, dicha materialización es luminosa, por estar en equilibrio con la propia desmaterialización. Y cuando la materialización es producto de un acto des-armónico, no se genera materialización luminosa, sino «materialización moleculosa», que se traduce en tiempo y peso, por los «agregados de esencia de materia».
El Principio Creador, originalmente está fundamentado como Esencia absoluta increada e indiferenciada. Siendo precisa la formación o conversión en «dos Polos o Unidades», siendo el primero el Espíritu del Padre con SU estado de materialización, que da lo Finito e infinito, por la creación constante que de SU Unidad sale.
Y el segundo el Alma del Padre con SU LUZ Vida e Inteligencia (Esencia de Fuerza de Esencia Regenerada o E.F.E.R.); lo Infinito como Inteligencia Suprema manifestada en SU UNIDAD, por ser DIOS la Esencia de SU misma Esencia de Vida: Viendo como de las «dos Unidades», la primera pasa a segunda con su Finito e Infinito, por la constante creación que de Ella sale por ser el Principio de Creación Eterno, o Imperio de Esencia Seguro Mayor, Estando Trabajando Amorosamente (I.E.S.M.E.T.A.) o Espíritu del Padre o Taller Universal, que de EL o Ella salen todas las vitalidades o la vida de SU misma Vida. Y la segunda pasa a primera, esta es el Padre, lo Infinito, por ser la Inteligencia Suprema.
De esta manera podemos ver claramente SU Creación y la creación de SU Creación, de la forma que trabajó y trabaja constantemente en crear para el Amor de SU mismo Amor, y como se van extendiendo Sus creaciones salidas del Principio de Creación, y entre ellas la del ser humano, con la dotación de su chispa de esencia de inteligencia, por ser la semejanza de la Inteligencia del Padre, que es el que nos creó, y así EL tener con quien poderse relacionar. Para que pudiéramos dar razón de EL, y del cuerpo humano, del vegetal y el animal, ya que son tres vitalidades muy distintas la una de la otra, pero no en la manera de crecimiento y creación, porque cada una crea o reproduce conforme a su creación, por la esencia interna que lleva, que ya lo viene efectuando desde que salió del Principio de SU Creación que es por esa vitalidad que le dio la I.E.S.M.E.T.A., con su inteligencia interna, por ser el E.F.E.R. que la creó, DIOS, que como Inteligencia Suprema, le dio vida para que a EL también le diera, por ser producto de SU Creación.
Y para que de SU Espíritu diéramos cuenta (como hijos suyos) de todas las cosas de lo Suyo creado, y en especial, al vegetal, que sirve de alimentación para el animal y el ser humano, para el rendimiento de creación; pues cada germen lleva su vitalidad interna, reproduciendo a su creación; y «la del humano» que es la que más se aproxima al Padre, por ser «inteligencia» de SU misma Inteligencia, que «al desmaterializarse» deja su materialización en la «I.E.S.M.E.T.A.» o Espíritu del Padre, para que las vitalidades que de Ella salen, también pueda cada una obtener su purificación en perfección, por ser lo justo de sus propias vidas. Ya que de «Ella» salen los átomos convertidos en moléculas elementales, las unas con el germen de tierra, y las otras del vegetal, animal y ser humano, todas adaptables a lo terráqueo, sirviendo de trampolín para pasar una vez efectuado su desarrollo, a Potencia de Esencia de fuerza de Esencia Regenerada, que cada una de ellas va efectuando su vitalidad en el plano que le corresponde para unión conjunta universal.
El Principio de creación, como base Científica Universal que une a todas las sectas y religiones a un mismo modo de pensar, nos pone en el camino de que toda investigación sobre el origen de lo creado, y del cual participamos como entes existenciales, es punto primordial de la unidad humana.
Trabajemos amorosamente con nuestro orden interno o dios-Alma en esencia y en conciencia, siendo amigos de Dios como nuestros hermanos de Luz alcanzada, al haber realizado su naturaleza. Y sigamos a DIOS como primer trabajador y cumplidor, con nuestro dios-Alma, para ir a DIOS EL PADRE, al SOL de Justicia que es nuestra Casa Paterna.
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