Si enfocamos el inicio de toda manifestación de vida, desde la perspectiva de la OSCURIDAD y la LUZ, como aspectos unicongénitos absolutos, puesto que no pueden existir el uno sin el otro, siendo al mismo tiempo los aspectos definitorios surgidos de la Nada, por ser esta como principio del existir, la parte perceptiva de la manifestación de lo existente en esencia no manifestada. Por lo que, no tenemos más opción que estudiar y valorar estos dos aspectos de Luz y Oscuridad, en su conjunto.
Y habida cuenta, que el ser humano en este último mundo de descenso, disfruta de parte de luz y parte de tinieblas, puesto que en mundos más elevados no existe la oscuridad, bien por la Luz alcanzada de los seres que los habitan, y porque tales mundos son iluminados por dos o más soles.
La Luz alcanzada es el común denominador y referencia del desarrollo del espíritu-ser-humano, y de su propia madurez, pues no son ni los estudios académicos realizados ni los títulos acumulados, sino la Luz alcanzada en el cumplimiento de la Ley Divina de Amor Universal.
Y puesto que, dicha eterna dualidad de Luz y Oscuridad, siendo en un principio una dualidad en estado latente, necesitó polarizarse en dos Principios de Creación unidos en uno solo (a semejanza de los testículos en el hombre y los ovarios en la mujer que trabajan conjuntamente), reflejando su semejanza: Oscuridad, visto como Principio de Creación en imperio de esencia materializado, de donde procede la substancia o esencia de materia de todas las formas; y la Luz, como Principio de Creación activo, del cual proceden las esencias vitales para la procreación de la naturaleza, incluyendo también al espíritu-ser-humano, como dotado de la esencia vital correspondiente a su especie.
Así pues, tenemos como principio de investigación mental, a una unidad bipolar de oscuridad-luz en estado Latente, que cubre su necesidad polarizándose, para ejercer el derecho de la creación. En el bien entendido, que donde hay Luz no puede haber oscuridad, aunque sí en la oscuridad existía la luz en estado de tinieblas; mas, cuando la Luz ha salido de las tinieblas, esta es vida, dando vida a su misma vida, proceso de creación continua, haciendo que las dos cada vez sean mayores cuando mayor es la Luz, por ser vida de su misma vida, que da procreación de vidas por el principio del existir.
Por lo cual, la Luz es surgida de la oscuridad, para dar vida a la vida de su propia vida, siendo Luz y oscuridad una dualidad constante, puesto que, cuanto mayor es la Luz, mayor es la oscuridad que ilumina. Por lo que la oscuridad como principio, es en sí misma una dualidad en estado de embrión, que una vez este ha hecho la Luz, esta queda convertida en Unidad, irradiando a la oscuridad. Y esto mismo ocurre en el ser humano, que su Luz alcanzada irradia la oscuridad de su propia ignorancia, para una mejor comprensión de sí mismo y del mundo que le rodea.
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