⇐ La Unidad de las Iglesias Cristianas
Muchos tienen una idea vaga del significado del “Anti-Cristo”, hasta incluso situándolo en un representante físico. Literalmente y también espiritualmente, tal “Anti” significa todo lo que se opone y esta en contra de la acción de Cristo. Y aunque se le de un nombre, hay que considerarlo una Gran Fuerza opositora, que tiene gran poder, puesto que su origen fue, y no deja de ser una Fuerza Espiritual, que revelándose, cambió o torció su camino, en oposición dominante.
Si iniciamos el cambio planetario con Cristo, como el establecimiento de la Paternidad Universal, y la Fraternidad de los hombres, hay que situar el cambio con sus ciclos a partir de tal evento Universal Crístico con Jesús, que será definitivo. Luego siguiendo la numerología correspondiente escriturada en desarrollo, tenemos que apoyarnos en el número de hombre, que es el “nueve”, puesto que es en definitiva, el exponente numérico del espíritu desterrado, que encarna y esta en desarrollo en este mundo.
Así pues, dado que su andadura después de Cristo, en general, no fue ejemplar ni con mucho, pasando por las vicisitudes que todos conocemos, y no respondiendo al llamado Crístico, en Unidad, se concedió al humano un margen de tolerancia de “9” siglos. Y habiendo usado de tal margen sin éxito progresivo espiritualmente, Cristo como Regentador Espiritual del mundo, tomó el mando que espiritualmente estaba escriturado, ya que espiritualmente se revelan las cosas con suficiente antelación.
Tanto es así, que se estableció otro margen, dando paso a la Fuerza arrolladora del Anti-Cristo, como respuesta a la definitiva regeneración de la humanidad, también según el número de hombre, el “9” a partir de este siglo XXI=3, de “9” años, que es a partir del 2021=5 (téngase presente que el 21 es la inversión del número 12). Y que si sumamos los “9” años, el 2021 nos lleva al 2030=5; Y sumados los dos cincos (5+5=10=DIOS) que nos indica la Fuerza Dominante del Padre con Su Hijo Eterno, definitiva (10=1), la Unidad (1) de la Iglesia de Cristo, en un Solo Cuerpo, diverso unificado.
Ya no hay vuelta atrás, si es que el ser humano no se acoge a la Misericordia Divina acortando el tiempo y dar la vuelta como último recurso, cosa complicada dada la inercia ascendente de las Torres materialistas arrasadoras.
Por lo tanto, los siervos de Cristo que han procedido naciendo de nuevo y seguir con su obra regeneradora, tienen el margen de “9” años como número de hombre, para trabajar en el cambio, tanto individual como mundialmente hasta el Año 2030 a comprobar.
Nota: como información, la última fase cumplimentada en el proceso Crístico, es la Parusía.
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