Orden Natural socio-politico (España 2012)
En estos tiempos con tendencia reivindicativa soberana, parece ser que, aunque haya una parte de la sociedad que esté a favor de la independencia, disfrazada de nacionalismo o autodeterminación, los vínculos de pasadas maneras de gestionar el orden social, no ve con buenos ojos una acción sociopolítica, que da la sensación de separatismo ilegal, y como todo lo nuevo, asusta y da temor.
Las sociedades étnicas legalmente constituidas con su talante sociopolítico, que no se conforman solamente con una determinada autonomía, sino que desean tener plena libertad de autogobierno, solamente les queda la salida del referéndum, que pueda constatar democráticamente su determinación. Aunque ese paso sea una desvinculación de tipo nacional, no obstante debe tener obligada conexión con un Gobierno Central de carácter confederativo, como es el caso de la Unidad Europea, ya que estamos hablando solamente de una desvinculación parcial, no total, con sus consecuencias críticas socioeconómicas a gestionar. No obstante, tal independentismo con denominación nacionalista, la sociedad en general, y más con las circunstancias actuales, no está preparada para dar ese paso. Pues ese fue el caso del Lehendakari Ibarretxe, como pionero de autodeterminación de Euskadi con su referéndum, pero con el inconveniente del momento de un terrorismo no solucionado:
Luego se hace preciso y necesario, que la sociedad se vaya mentalizando de una serie de cambios, de orden sociopolítico, como sucede en varios lugares y naciones, pero que no acaba de gustarle a una élite capitalista dominante, porque puede poner freno a su expansionismo de libre mercado.
Para dar paso a la idea de “autodeterminación soberana de los pueblos”, se hace preciso, sin abandonar nunca el sentido del orden natural de las cosas, y dadas las circunstancias de adaptación sociopolítica del momento, «su consecución” en tres fases.__ La primera fase, la existente como nación contemplando sus autonomías legislativas, porque el nacionalismo dictatorial ya quedó atrás.__ La segunda sería un estado federativo intermedio, como rodaje previo.__ Y la Tercera fase, con exclusiva vinculación a un Gobierno Europeo confederativo. Aunque esa tercera fase, dado el proceso europeo no esté en el día de hoy, todavía suficientemente maduro para soportar los aportes de autogobierno, dada la crisis provocada por el medio elitista dominador. Por lo tanto, dadas las circunstancias demandantes, se hace precisa una reforma de la constitución, que de paso a una fase intermedia como rodaje, de un federalismo liberal y al mismo tiempo aglutinador, hasta su definitiva constitución de un Gobierno Central Europeo, que reúna las garantías, donde las etnias de autogobierno, constituidas a través de su proceso histórico, pasarían a ser Regiones con su libre autodeterminación soberana.
De esta manera las Regiones todas del Gobierno Central Europeo, se ahorrarían sus embajadores, pues solamente tendrían uno en el Gobierno Central, siendo este el encargado de la relación con la demás parte del mundo.
Este planteamiento por pasos, estaría dentro del orden natural, como si fuera un árbol como punto generativo nacional federativo. Los frutos sujetos al árbol como puntos fructificantes en su orden federativo. Y los frutos desprendidos, como si fueran nuevas simientes fructificantes, como Regiones con su autogobierno, pero sujetas al Gobierno confederativo, en este caso el Europeo, convenientemente preparado para ello.
Este planteamiento sirve como norma general sujeta al orden natural de las cosas, puesto que está sujeto al orden natural de propia vida, como naturaleza original, como ejemplo para cualquier país y lugar, donde se produzcan tales brotes de autogobierno soberano. Barcelona 12-9-2012
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