Barcelona 2 de Diciembre de 2017
En esta Propuesta para el equilibrio mundisocial entre Riqueza y Trabajo, sabido es cómo funciona el desequilibrio en la balanza entre el Trabajo y la Riqueza generada en el mundo, con las crisis intermitentes como sometimiento en el dominio de la ciudadanía.
Ha llegado el momento de decir basta de corruptelas. La ciudadanía tiene derecho al repartimiento del trabajo, como dignidad organizativa, en un mundo cada vez más globalizado. Puesto que, no estamos hablando de repartir riqueza sino de repartir trabajo digno como justa resultante generadora; y esto es de justicia legislarlo, sin las trabas habituales puestas en juego como justa democracia, pero mal implementada por la política, puesto que en este último lance propiciado por la Coordinadora Cósmica con la Fuerza del Cambio, va más allá de votos, de Constituciones obsoletas, y por qué no decirlo también, de una parte de la ciudadanía, que ignorando o queriendo ignorar la realidad, queda postrada ante el engaño político perpetrado en algunos medios de comunicación, dando como resultado una falta de solidaridad en la justicia social.
Y dado que en esta puntual propuesta, solamente nos vamos a remitir al trabajo como reivindicación ciudadana, y justo desarrollo de vida, tanto mental como psicológica regeneradora de la personalidad humana, no vamos a entrar en despropósitos intergubernamentales y defraudadores, con sus oligárquicas torres y corporaciones dominantes en la política mundial.
Por lo tanto, nos remitimos al establecimiento de una forma de vida, donde el ciudadano se sienta copartícipe con su trabajo, tanto del desarrollo social, como también de sí mismo en el orden corresponsable. Esto quiere decir, que todo ser humano debe tener derecho ineludible a cubrir sus necesidades con el orden regenerador de un trabajo digno, antes de tener que vivir de forma subvencionada que no le desarrolla psicológicamente como participante. Cosa esta que, aunque fue puesta en la Declaración de los Derechos humanos, no se cumplió. Y ahora ha llegado el momento con la Fuerza del Cambio, después de un determinado margen de tolerancia en el tiempo, ya superado, para ir poniendo en práctica los nuevos paradigmas regeneradores de la humanidad.
Luego la propuesta en justicia de todos los CIUDADANOS PARLAMENTARIOS INDEPENDIENTES, que nos sentimos interdependientes en esta situación en cuanto al trabajo y su demanda, no puede ser otra que la respuesta a la riqueza obtenida a través precisamente de la ciudadanía en las empresas y estamentos creadores de riqueza, tanto financieros como empresariales, y que pomposamente sus ganancias se ponen ante las narices de los ciudadanos en los medios de comunicación, poniendo en evidencia de la desorbitada diferencia de los salarios de los directivos de grandes compañías, con los de los trabajadores sujetos a disposición legislativa y en muchos casos incumplida.
El trato como demanda justa de los pueblos, ineludible e inaplazable llegado a este punto con la Fuerza del Cambio, es buscar el equilibrio entre Riqueza y Trabajo: Para ello deberíamos situarnos en una relación porcentual del trabajo con respecto a la riqueza obtenida. Eso quiere decir, que las empresas deberían incrementar sus puestos de trabajo en un orden porcentual, en relación con su caudal de negocio y riqueza. Como también deberían establecerse e incrementarse tales puestos de trabajo en los Ayuntamientos, para los servicios sociales y de atención al ciudadano, y en el cuidado del medio ambiente.
Esta es la justa idea en el equilibrio presupuestario entre la Riqueza y el Trabajo, que los partidos políticos deberían establecer de forma consensuada actualmente, ya que durante tantas legislaturas no fueron capaces de implementar, dados los lazos y dependencias económicas contraídas con los poderes financieros de todo orden.
Últimamente la Fuerza del Cambio en Catalunya, aunque de forma poco formal, ha utilizado viejas reivindicaciones, para ir desarrollando y moviendo los hilos, para que seamos capaces de llegar a una síntesis de comprensión, sin derivaciones nacionalistas extremistas, puesto que tal Fuerza del Cambio solamente atiende al humano per se, independientemente de etnias y nacionalismos.
Todo en la vida tiene su principio y fin y hemos llegado al final de una etapa que exige un nuevo enfoque y planteamiento social, reivindicador de un trabajo digno, pues de no ser así, tendremos las calles llenas reclamando lo que tiempo ha debería de haberse implementado de una forma u otra, que es el equilibrio entre Riqueza y Trabajo digno regenerador de la personalidad humana, pues todavía la sociedad en el día de hoy por sí misma parece impotente ante la defraudación, pero sí que puede legislar sobre el terreno y la tierra que nos da el sustento de cada día, y que no se puede esconder, con una Economía Política equilibradora entre “la Tierra, la Riqueza y el Trabajo”; y si el ciudadano por sí solo no es capaz de implementar, pero sí el conjunto de la sociedad de los pueblos conscientes de su realidad.
iostako maraltrix |