Masonería; Espiritismo; Cristianismo, en su esencia son definiciones que indican una forma de vivir en orden a la Ley Divina. Otra cosa son las derivaciones posteriores que los humanos a través del tiempo han ido añadiendo, como en muchas cosas:
__ Jesús también tuvo que aprender en sus primeros pasos, como todos los Maestros que lo fueron en la Tierra, porque la asimilación fluídica en un cuerpo requiere su rodaje y esto es una Ley para todos. ¿donde estuvo desde los 14 hasta los 30 años?
__ Jesús no era de ninguna determinada doctrina sino de la Verdad por él vivida y desarrollada, en compañía de su mentor espiritual o guía protector que era Noé.
__ Jesús en la Tierra, venció y resucitó como todo ser humano que vence y por supuesto resucita a la vida espiritual correspondiente, porque es Ley.
No puede haber ni llamarse comunidad religiosa sin cumplimiento de la «Ley Divina», porque esta es el fundamento de «la verdadera Religión».
«Dar a Dios lo que es de Dios», es dar al Alma la Sal de Vida por el alimento espiritual regenerador, que es cumplimiento, estudio y meditación. Y «Dar al César lo que es del César» significa, dar al cuerpo lo necesario para su sustento y respetar las Leyes sociales existentes, viviendo libremente en su creencia comunitaria, por eso aconsejó que no se metieran en política humana.
Jesús y los Esenios
Los Esenios, como comunidad iniciática secreta depositaria en su tiempo del legado de Sabiduría de la vida y del Espíritu, y como sabedores de la venida a la Tierra de los Espíritus misioneros de progreso, esperaban a Moisés primeramente como Legislador y Mesías, pero como este no pudo ejemplificar el cumplimiento de la Ley Divina, posteriormente vino Jesús como el Mesías de la humanidad. Pues así como los Esenios esperaban al Moisés primeramente, también esperaron a Jesús (a menos que la capacidad premonitoria de los Esenios abarcara inicialmente las dos venidas una detrás de la otra). Pues como bien se dijo: «La Ley por Moisés fue dada, mas la gracia y la Verdad por Jesucristo fue hecha».
Sabido es que Jesús entró en la Logia de los Esenios, y al hacerlo, como era costumbre el efectuar un juramento de no divulgar los conocimientos en ella obtenidos. Mas habiendo tenido posteriormente Jesús relación con su Guía protector (Noé) por medio del lenguaje espiritual o del Alma, supo la misión a la que estaba destinado y para la cual vino a encarnar, que fue la de divulgar la Verdad de la Ley Divina a todos sus hermanos. Causa por la cual tuvo que salir de la Logia, haciéndose perjuro de su juramento en lo terrenal de no divulgar los conocimientos guardados en la Logia, pero en cambio cumplió el pacto hecho en lo Espiritual de divulgar la Ley Divina.
iostako maraltrix |