Si miramos la Biblia desde «la unidad de la Fe», extendido a todas las iglesias, puesto que los criterios de las diversas iglesias constituidas no está unificado, es preciso constituir tal unidad de la Fe sobre las bases o puntos de conjunción y de unción de unión, para que tal unidad de la Fe sea verdaderamente «la salud de nuestras Almas», dado que Cristo es el Lazo de Amor de toda la humanidad.
Sobre tales bases de unción de unión se puede desarrollar una Teología de acercamiento liberador de posiciones inamovibles ancladas en un pasado, al no tener en cuenta que como progresan las ciencias también progresa lo esencial espiritual en el ser humano: Y por el hecho de que toda revelación venida del Espíritu de Verdad, se da en orden a los tiempos y lugares. Esto quiere decir, que la misma revelación en los tiempos actuales sería dada en orden al desarrollo actual: por eso se dijo que «allí donde fuereis haced lo que viereis», dando con esto a comprender un cambio en la actitud humana, según el progreso u orden establecido, y en relación con lo que se dijo que había que «dar a DIOS lo que es de DIOS y al César lo que es del César».
La Biblia nos habla con el «Hágase», de una creación creada, pero no nos dice en ningún lugar como la creación fue hecha, pues esto originaría el descubrimiento de los procesos de SU Voluntad. Es decir, originaría el conocimiento del «principio de la creación de DIOS» como indica en Apocalipsis 3: 14 (visto en orden a los tiempos y lugares).
Por eso se hace primordial el establecimiento de unos puntos de conjunción en orden al Origen Creador, viendo por Ley de Analogía, que en lo creado se refleja el Creador, puesto que todo hace lo mismo, tanto en el nacer, crecer y crear, para que, con la procreación de su creación, todo siga en la creación a SU imitación (hay que meditarlo).
Así pues, si partimos de la base común de que el Creador es increado, o Principio sin Principio, y que dicho Principio, generando con un acto de SU Voluntad «el Hágase», originó la creación, debemos pues de convenir, en que la creación sí tuvo un principio, por lo tanto, hubo la Necesidad de su manifestación, y una Voluntad en Acción que la originara. He aquí que SU Voluntad derivó del Principio de Necesidad como Ley de Amor.
Por eso, las respuestas de que el Principio Creador ya era perfecto en sí mismo y por tal causa no podía tener necesidad, es existir a un error, que se explica por sí mismo con la propia creación creada.
Si seguimos en un Principio de consecución tenemos: La Necesidad connatural por el propio Amor, generó un Deseo que al ser este Visualizado con SU Sabiduría y ejercido con SU Voluntad, pasó finalmente a la Acción con el «Hágase» la creación con Ciencia Divina.
Iostako Maraltrix |