«No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis» (Juan 14: 1-3).
«Pero del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en los cielos, sino sólo mi Padre… Pero sabed esto, que si el padre de familia supiera a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no lo dejaría entrar en su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis» (Mateo 24:36, 43,44).
«Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón» (1 Tesalonicenses 5:2-4).
«Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro...» (2ª Pedro 1:19).
«De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas» (Mateo 24:32-33).
«Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del mundo? Respondiendo Jesús, les dijo: -Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: «Yo soy el Cristo», y a muchos engañarán. Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es solo principio de dolores» (Mateo 24:3-8).
Esta premonición no ha sido comprendida o bien catalogada dentro del espacio-tiempo, puesto que no se aplican los parámetros de semejanza.
¿Por qué vino Jesús? Porque Moisés tergiversó y no pudo terminar de cumplir con su misión.
¿Qué ocurrió antes de venir Jesús? Pues que ya hubo quien le preparó el camino de su venida, como por ejemplo Juan Evangelista. ¿Y qué sucederá ahora? ¿vendrá Cristo sin más? Pues no, el Cristo manda delante de El para que le prepare el camino, al Nuevo Mesías, y este, también por revelación ya se sabe que está encarnado, y tiene ya mas de veinte años. ¿Cómo se sabrá cual es el verdadero, si muchos que vienen delante de él, de ellos se dice que son el Nuevo Mesías? Se nos notifica que no creamos sin mas, pues para que todo el mundo sepa y vea tal realidad sin privilegios, favoritismos ni discriminación, se dice que habrá señales en el cielo cuando El Nuevo Mesías empiece a evangelizar públicamente al mundo, y todos las verán .
Así pues, como uno más de los mensajeros del Nuevo Mesías, puedo decir ante Dios y ante SU Ley, de que lo dicho es cierto, como consta en el Testamento de la Nueva Era de Amor Universal, y no miento.
Iostako Maraltrix |