Primeramente es conveniente aclarar, que todo hijo de DIOS, EL PADRE, bautizado al aceptar en su conciencia el por qué, y para qué está en este mundo, su origen y destino dentro de Su Seno, tiene el derecho legítimo de invocar y estudiar a su Padre Espiritual con la libertad de su espíritu, y no por ello desmerecer Su Voluntad y Poder, ya que el estudio Teológico, cuanto más si se verifica adherido al Reino de DIOS, siempre da buenos frutos. Y he dicho con la libertad del espíritu, por cuanto tenemos libre albedrío para ir más tarde o temprano a la Casa Paterna de nuestro Padre. También Cristo despidió a algunos de sus seguidores que le querían abandonar, diciendo que eran espíritus libres sin juzgarlos por ello. Pues DIOS no quiere adoradores, sino hijos que sepan cumplir en amor al prójimo. Santiago 1: 25
En cuanto a la resurrección de muertos, tiene su razón de ser, primeramente, en el sentido de aquellos que estando muertos de conocimientos esenciales o espirituales de la palabra de DIOS, puedan resucitar o bien despertar de su estado materializado, a la fe en el cumplimiento de la Ley de DIOS, con Su Atributo de Amor y Justicia.
Y en el sentido físico, aunque se diga que para DIOS no hay nada imposible, esto no debe ser una excusa para dejar de razonar objetivamente, con los elementos de juicio que nos dota la ciencia actual, puesto que DIOS, tampoco tiene necesidad de saltarse sus propias Leyes naturales establecidas, ya que el objetivo del despertar se puede conseguir sin necesidad de actuar de forma sobrenatural o contra natura, cosa esta que crea en el día de hoy, un fanatismo religioso fuera de todo tipo de razonamiento lógico y científico en los momentos actuales.
Si analizamos los hechos bíblicos en cuanto a la mal llamada resurrección de muertos, físicamente hablando, puesto que en todo caso, y refiriéndose a DIOS, tales resurrecciones eran en base a un estado letárgico pasajero, y también en algunos casos de tipo cataléptico; que eran tales estados, juzgados o definidos como muerte del cuerpo.
Tengamos en cuenta, si aplicamos la Ley de causa-efecto “Con la misma vara que midáis seréis medidos”, que existe una cancelación de la pena o de la deuda en un determinado estado de dolor o sufrimiento, y dejar de sufrir la consecuencia dolorosa que se padecía, por tal cancelación de deuda. Siendo aprovechada tal circunstancia en el momento determinado del cambio o cancelación de la deuda, puesto que se daba en el momento y la circunstancia apropiada en la vida de Jesús, para que se produjeran los llamados milagros, para el despertar del ser humano. Siendo estos hechos aparejados de DIOS para buenas obras.
Sabido es para el investigador esotérico, que el alma humana se puede desplazar del cuerpo, sin necesidad de abandonarlo, ejerciendo en el cuerpo en esos momentos, un estado inmovilizado en sus constantes vitales, como si realmente estuviera muerto. Y en otros casos, el estado cataléptico predispone a la aceptación de una muerte física, sin que sea realmente así. Existe también en algunos casos, bien sea por enfermedad, por efecto de posesión de un espíritu, o por ser aparejado de DIOS, que las constantes vitales del ser humano en cuestión sean tan bajas que den la sensación de muerte física.
Si tenemos en cuenta de tales hechos catalogados como resurrección de muertos en tiempo de Jesús, pues dado el atraso del pueblo hebreo en esos tiempos en cuanto a la ciencia médica, no era de extrañar, que donde existía un caso clínico, se viera un muerto físico:
Veamos algunos casos escriturados de la llamada resurrección de muertos físicos:
1º Reyes 17: 17- 24 Hechos con el profeta Elías en casa de una mujer viuda: 17…Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de casa, y la enfermedad fue tan grave, que no quedó en él resuello:
18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo? 19 Y él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y llevólo a la cámara donde él estaba, y púsole sobre su cama; 20 Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has aflijido, matándole su hijo?
21 Y midióse sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, ruégote que vuelva el alma de este niño a sus entrañas. 22 Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a sus entrañas y revivió.
23 Tomando luego Elías al niño, tráídolo de la cámara a la casa, y diólo a su madre, y díjole Elías: Mira, tu hijo vive. 24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
Interpretación ._ Habiendo mandado Jehová a Elías a casa de la viuda, sabía muy bien Jehová lo que iba a suceder. Aquí entran en juego dos factores: El que Elías se diera cuenta que la enfermedad del niño fue un hecho aparejado de Jehová para el reconocimiento de las buenas obras de Dios a través de sus instrumentos de revelación o profetas; y también, para el despertar a la fe de las obras de Dios al ser humano, y en este caso a la viuda que cobijaba a Elías, como a otros. Luego la muerte física no fue total, ya que el cordón fluídico que une al cuerpo con el alma, habiendo salido esta de él, todavía no se había roto.
2º Reyes 4: Hechos con la viuda de un siervo de Eliseo, y su siervo Giezi. Y con una mujer principal de Sunen que no tenía hijos y su marido era viejo; la cual concibió y parió un hijo profetizado por el profeta Eliseo:
18 Y como el niño fue grande, aconteció que un día salió a su padre, a los segadores. 19 Y dijo a su padre: ¡Mi cabeza, mi cabeza! Y él dijo a un criado: Llévalo a su madre. 20 Y habiéndole él tomado, y traídolo a su madre, estuvo sentado sobre sus rodillas hasta mediodía, y murióse. 21 Ella entonces subió, y púsolo sobre la cama del varón de Dios, y cerrándole la puerta salióse. 22. Llamando luego a su marido, díjole: Ruégote que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y vuelva. 27 Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, asió de sus pies. Y llegóse Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y Jehová me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.
28 Y ella dijo: ¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No dije yo, que no me burlases? 29 Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi bordón en tu mano, y ve:…. Y pondrás mi bordón sobre el rostro del niño. 30 Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. 31 El entonces se levantó, y siguióla. Y Guiezi había ido delante de ellos, y había puesto el bordón sobre el rostro del niño, mas ni tenía voz ni sentido; y así se había vuelto para encontrar a Eliseo; y declaróselo, diciendo: El mozo no despierta.
32 Y venido Eliseo a la casa, he aquí el niño que estaba tendido muerto sobre su cama. 33 Entrando él entonces, cerró la puerta sobre ambos, y oró a Jehová. 34 Después subió, y echóse sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y calentóse la carne del joven. 35 Volviéndose luego, paseóse por la casa a una parte y a otra, y después subió, y tendióse sobre él; y el joven estornudó siete veces, y abrió sus ojos. 36 Entonces llamó a Guiezi, y díjole: Llama á esta Sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo. 37 Y así que ella entró, echóse a sus pies, e inclinose a tierra: después tomó su hijo y salióse.
Interpretación.__ Aquí vemos una vez más a los hijos aparejados por Dios para buenas obras, pues el niño en cuestión, ni estaba enfermo ni padecía malestar previo; fue una cosa súbita aparejada por DIOS, ya que su estado moribundo fue solamente pasajero para que se cumplieran las obras de Dios, pues ni Eliseo tuvo revelación previa de tal acontecimiento. Observemos que tuvo que verificar una serie de movimientos previos, para que el niño sanara de su efecto aparejado para buenas obras.
2º Reyes 13: 20,21:
20 Y murió Eliseo, y sepultáronlo. Entrado el año vinieron partidas de Moabitas a la tierra. 21 Y aconteció que al sepultar unos un hombre, súbitamente vieron una partida, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo: y cuando llegó a tocar el muerto los huesos de Eliseo, revivió, y levantóse sobre sus pies.
Interpretación._ Aquí tenemos un caso de catalepsia o similar, puesto que del golpe recibido al caer fue despertado. Una vez más la Ley natural establecida por Dios, no había necesidad de ser tergiversada. Y en otro supuesto, Dios aparejó el hecho para la fé en EL.
Lucas 8: 40,41,42,49,50 – 56.
40 Y aconteció que volviendo Jesús, recibióle la gente; porque todos le esperaban. 41 Y he aquí un varón llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; 42 Porque tenía una una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la compañía. 49 Estando aún él hablando, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija es muerta, no des trabajo al Maestro. 50 Y oyéndolo Jesús, le respondió: No temas: cree solamente, y será salva. 51 Y entrando en casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la moza. 52 Y lloraban todos, y la plañían. Y él dijo: No lloréis; no es muerta, sino que duerme. 53 Y hacían burla de él, sabiendo que estaba muerta. 54 Mas él, tomándola de la mano, clamó, diciendo: Muchacha, levántate. 55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó luego: y él mandó que le diesen de comer. 56 Y sus padres estaban atónitos; a los cuales él mandó que a nadie dijesen lo que había sido hecho.
Interpretación.__ Como podemos ver, existen varios casos de resurrección, como este, en que la persona no está muerta realmente, sino que está en un estado de letargo parecido a la muerte. Por eso dijo: “no es muerta sino que duerme”. Este dicho justificalo de que el espíritu volvió, por no haber roto todavía el cordón fluídico;por eso al despertar, dijo Jesús que le dieran de comer; aunqueaparejado de DIOS para que se cumplieran las obras en Cristo, y el reconocimiento de la verdad de ser él el enviado de DIOS y Mesías del mundo.
Juan 11: 1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Bethania, la aldea de María y de Marta su hermana.2 Y María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos. 3 Enviaron, pues, sus hermanas a él, diciendo: Señor, he aquí, el que amas está enfermo.4 Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, mas por gloria de Dios, para que el hijo de Dios sea glorificado por ella.
6 Como oyó pues que estaba enfermo, quedóse aún dos días en aquel lugar donde estaba. 7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.
11 Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme, mas voy a despertarle del sueño. 12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme salvo estará. 13 Mas esto decía Jesús de la muerte de él: y ellos pensaron que hablaba del despertar del sueño. 14 Entonces, pues, Jesús les dijo claramente: Lázaro es muerto; (muerto espiritualmente de la palabra de DIOS)
15 Y huélgome por vosotros, que yo no haya estado allí, para que creáis; mas vamos a él. 17 Vino pues Jesús, y halló que había ya cuatro días que estaba en el sepulcro.
21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no fuera muerto: 22 Mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios. 23 Dícele Jesús: Resucitará tu hermano. (resucitará espiritualmente a la palabra de Dios, estando aún en cuerpo físico) 24 Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero. (es decir, el último día de su existencia).
25 Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá (lo dice espiritualmente).
38 Y Jesús, conmoviéndose otra vez en sí mismo, vino al sepulcro. Era una cueva, la cual tenía una piedra encima. 39 Dice Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dice: Señor, hiede ya, que es de cuatro días. 40 Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios? 41 Entonces quitaron la piedra de donde el muerto había sido puesto. Y Jesús, alzando los ojos arriba, dijo: Padre, gracias te doy que me has oído. 42 Que yo sabía que siempre me oyes; mas por causa de la compañía que está alrededor, lo dije, para que crean que tú me has enviado.
43 Y habiendo dicho estas cosas, clamó a gran voz: Lázaro ven fuera. 44 Y el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Díceles Jesús: Desatadle, y dejadle ir.
Interpretación.__Una vez más aún en el día de hoy, todavía no se ha comprendido la realidad de la llamada muerte de Lázaro, al no poner en juego todo lo dicho en el capítulo en cuestión, puesto que Jesús, cuando dice en el capítulo 14 que Lázaro es muerto, no lo dice en el sentido físico sino espiritual, puesto que Lázaro estaba muerto del conocimiento espiritual, al no preocuparse por ello. Pues aquí cabe el exponer el ejemplo del dicho de Jesús, en un momento determinado “dejad que los muertos entierren a sus muertos” por estar los terrenales vivos, tan muertos espiritualmente, (al estar solamente por las cosas del mundo), como al que iban a enterrar.
¿Por qué Jesús sabiendo del estado de Lázaro lo deja unos días y se va? Porque sabía que no estaba muerto sino dormido, manteniéndose Lázaro en un estado de letargo o cataléptico por varios días, por eso olía:
Es decir, Lázaro estaba aparejado de DIOS para buenas obras a través de Cristo, y para que creyeran que el Padre lo había enviado, como bien se indica en el versículo 4 y 42.
1ª Corintios 15: 3-8:
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Qué Cristo fue muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras. 4 Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 Y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros son muertos.
7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles. 8 Y el postrero de todos, como a ún abortivo, me apareció a mí.
Interpretación.__ Cristo murió realmente, como morimos todos, y resucitó como resucitamos todos. Esto es una Ley establecida por el Padre en este mundo, puesto que nos estamos refiriendo en hechos al mundo que habitamos, que es el que conocemos. Aunque también es verdad que no todas las resurrecciones son iguales, pues unas lo son en gloria y otras para condenación, según texto. Y todas las demás resurrecciones que están en la Biblia, no son muertes totales, sino aparejadas por el Padre, para los Hechos de Cristo como enviado, y su reconocimiento.
Y si Cristo se presentó después de su resurrección al dejar su cuerpo en la tierra, cosa esa que ha quedado velada en cuanto a su cuerpo desaparecido, pues tengamos en cuenta de que los esenios, que fueron los que estuvieron con Jesús después de los catorce años, le seguían los pasos en su periplo de evangelización, por lo que fueron varios los que tenían interés en el cuerpo inerte de Jesús para su rescate. Esto ha dado pié a una serie de conjeturas sobre el misterio de su resurrección, diciendo que resucitó con el cuerpo, puesto que posteriormente se apareció a muchos en cuerpo. Pero no lo hizo con la imagen de su crucifixión, sino con la imagen que tenía cuando evangelizaba, prueba de ello que resucitó en espíritu vivificante y no con el cuerpo de crucificado. Porque él tenía potestad para materializarse y desmaterializarse en cuerpo a su voluntad, como Divinidad a semejanza del Padre, para que lo pudieran ver y tocar, como lo hizo Tomás, después de haber dejado Jesús su cuerpo en la tierra.
Hechos de los Apóstoles 9: 36 al 42:
36 Entonces en Joppe había una discípula llamada Tabita, que si lo declaras, quiere decir Dorcas. Esta era llena de buenas obras y de limosnas que hacía. 37 Y aconteció en aquellos días que enfermando murió; a la cual, después de lavada pusieron en una sala. 38 Y como Lydda estaba cerca de Joppe, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No te detengas en venir hasta nosotros. 39 Pedro entonces levantándose, fue con ellos; y llegado que hubo, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.
40 Entonces echados fuera todos, Pedro, puesto de rodillas, oró; y vuelto al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, incorporóse. 41 Y él le dio la mano, y levantóla; entonces llamando a los santos y las viudas, la presentó viva. 42 Esto fue notorio por toda Joppe; y creyeron muchos en el Señor.
Interpretación.__ En este caso de resurrección, se observa que existe una enfermedad un tanto súbita, con su muerte seguida tal como lo expresa literalmente, aunque no sea esta definitiva sino eventual, puesto que es otro caso más aparejado de DIOS, si bien siempre todos con el fin de hacer creyentes, puesto que ese era el objetivo principal, que a través de los hechos el humano pudiera creer.
Hechos de los Apóstoles 20: 7 al 12:
7 Y el día primero de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la media noche. 8 Y había muchas lámparas en el aposento alto donde estaban juntos. 9 Y un mancebo llamado Euticho que estaba sentado en la ventana, tomado de un sueño profundo, como Pablo disputaba largamente, postrado el sueño cayó del tercer piso abajo, y fue alzado muerto.
10 Entonces descendió Pablo, y derribóse sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que su alma está en él. 11 Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió. 12 Y llevaron al mozo vivo, y fueron consolados no poco.
Interpretación.__ En este pasaje se ve claramente, como el decir, “alzado muerto” es solamente una forma de decir, puesto que, si bien, su cuerpo estaba en estado de shock, su alma no lo había abandonado, por eso dijo, “su alma está en él”, por lo tanto no se puede hablar definitivamente de muerte física.
11 Y aconteció después, que Jesús iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y gran compañía. 12 Y como llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban fuera a un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda; y había con ella grande compañía de la ciudad. 13 Y como el Señor la vio compadecióse de ella, y le dice: No llores. 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban pararon. Y dice: Mancebo, a ti te digo, levántate. 15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y dióle a su madre.16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Que un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y que Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y salió esta fama de él por toda Judea y por toda la tierra de alrededor.
Interpretación.__ Aquí tenemosuna vez más un caso aparejado de DIOS. Pues si observamos el hecho de que los féretros no los puede abrir el muerto sino los de fuera, al estar cerrados, este hecho según texto indica que era el llamado difunto el que salió, por lo cual podemos ver, que entre los llamados textos y la realidad del momento existen siempre una serie de lagunas que el investigador imparcial debe de llenar con una duda inteligente, o si es que tiene un remanente de revelación.
Por lo tanto, donde se dice muerte o muerto físicamente hablando, habría en todo caso el decir “aparejados de DIOS para buenas obras”, puesto que la muerte, puede ser interpretada tanto en el sentido de falto de conocimientos esenciales de la palabra de DIOS, como también de muerte física en un lapso de tiempo existencial del alma humana, encerrada en un cuerpo físico para su desarrollo. Y en estelapso de tiempo pasajero aparejado de DIOS, es donde tanto su hijo Jesucristo como algunos discípulos, ejercieran su influencia para que tales estados volvieran a la normalidad, dando por resultado en tales hechos de muerte aparente, en aquellos tiempos, causando una expectación espiritual, redundando en el despertar a la fe, para su continuidad en su desarrollo de vida.
Sea como sea, los hechos en cuanto a la resurrección de muertos, como también en cuanto a curaciones, acaecidos en el momento de la evangelización de Jesús, en ley y Justicia se deberían de catalogar, como “hechos aparejados de DIOS”, para el despertar a la fe y a las buenas obras. Siendo esto justificado en Juan 9: 3 Respondió Jesús: Ni este pecó, ni sus padres; mas para que “las obras de DIOS” se manifiesten en él.
Iostako Maraltrix |