En las Escrituras no dice que Jesús fuera vegetariano, ni tampoco el lo enseñó a nadie. Aunque fuera de esperar que por su condición natural, sus conocimientos e inclinación si lo era: pero no por método ni creencia obligada sino por evolución. Y cuando se reunían en la Pascua como era costumbre en aquel tiempo comer cordero, no creo que Jesús les calentara la cabeza con sermones de esta índole, ni tuviera recelo tampoco de comer con sus hermanos, por dos razones: Primero porque era costumbre del pueblo en esta fiesta; y porque tenía un cariz de unidad y hermandad, cosa que Jesús apreciaba mucho. Y segundo, porque sus vibraciones eran suficientes para compensar cualquier alimento y anular todo tipo de mala influencia que por tal causa pudiera ocasionar.
Y en cuanto a comer pescado, ya es sabida la miseria existente en aquellos lugares, y teniendo una fuente alimenticia proverbial como era la pesca, es natural y lógico que comieran pescado, sin obstáculos ni prejuicios ñoños, que Jesús no los enseño. Tampoco podemos comparar la vida natural de los animales en aquel tiempo, con la comercialización actual. Quizás ahora fuera más interesante la dieta en todo caso que no antes.
Y si Jesús echó a los mercaderes del templo, fue precisamente porque estaban en el templo donde no era lugar adecuado para tal menester; porque se abusaba para tal fin; y supuestamente también por la ignorancia del sacrificio al creer que con eso hacían una buena obra, cosa que Jesús detestaba.
No obstante los consejos de tipo vegetal están en el Antiguo Testamento en la vida de Daniel, aconsejándose los alimentos a base de granos. Pero lo que realmente contamina es lo que sale del corazón no lo que por bula entra y por bula sale. Por eso mismo ¿quién es el que tiene derecho a prohibir? ¿Y en nombre de quién? La Ley Natural dice: «De todo usarás y de nada abusarás» y a partir de ahí cada cual según su mística y condición natural, que decida.
Jesús en cuanto al tema alimentario no puso normas. Eso no quiere decir que cada cual no deba de buscar e investigar aquello que mejor le convenga en su desarrollo. Pues existe mucho misticismo al respecto, pero en cuanto al cumplimiento moral se queda rezagado muchas veces sin tratarlo de forma conjunta, siendo esto de vital importancia en su resolución integral.
Si en ciertos momentos y lugares se prohibió el cerdo, no se hizo por temas dietéticos, sino por el clima caluroso, la falta de higiene y el peligro de dolencias. Existen hechos y circunstancias que no se pueden traspolar de un tiempo y lugar a otro. Pues las circunstancias de un pasado al día de hoy son muy distintos dados los adelantos existentes.
He observado a lo largo de mi experiencia personal de relación humana, que el estado místico en relación con el tema alimentario y dietético está muy extendido y tiene muchos seguidores, supervalorándose en muchos caso mas de lo normal, y haciéndole a uno creer que es diferente de los demás, y que es mejor que el resto de la sociedad, siendo esto uno de los errores más comunes que se cometen. El cuerpo sano debe de ir acompañado de una mente sana. Y si a pesar de todo uno enferma o esta tocado, que eso ocurre, debe de buscar en otro orden de cosas, o en su Ley de causa.
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