33 Goces sensuales (1ª y 2ª Épocas)

 ¿Qué objetivo tienen los goces sensuales en el desarrollo humano, por su recorrido en toda la pluralidad de mundos, puesto que en los mundos que no son destierro como el planeta Tierra, no existe la procreación?

   Los goces sensuales, como uno de los reflejos del Creador en lo creado, pertenecen al encabezado de «Principios de Ley establecidos como semejanza». Puesto que el Creador crea y procrea esencialmente para su posterior creación de naturaleza. Es por lo que hay dos creaciones y dos procreaciones: la esencial, y la material por la esencial: El Creador goza creando y procreando esencialmente, y a través de las «esencias vitales», para la creación y la procreación de la Naturaleza. Y sus hijos gozan en la procreación material (que es placer), a semejanza de su Padre, y puedan estos experimentar desde el principio de su desarrollo, el goce como reflejo del Amor Divino.

   El goce sensual se expresa a través de los sentidos físicos, por eso se llama sensual. Cuando los goces son espirituales, son goces del espíritu. Por eso el hijo, cuanto más se acerca en cumplimiento al Padre, mas goza también espiritualmente. Si bien el espíritu es asexual, no tiene sexo, por mediación del complemento trinitario del cuerpo, sume la polaridad de sexo con la obtención de los goces sensuales.

   Los goces sensuales con su polaridad sexual conocida actualmente, están relacionados con la procreación, reproducción, creación, y con el dicho de «ganarás el pan con el sudor de la frente» y «con dolor parirás tus hijos». Pues la salida del paraíso con el simbolismo de Adán y Eva, no fue otra cosa que el paso de la primera época a la segunda, por no haberse conformado con el castigo impuesto (por Ley de Justicia) de no disfrutar de los goces que en otros mundos disfrutaban.

   Podemos considerar al planeta Tierra dividido en dos épocas: Una vez formado el planeta Tierra y cuando las dos clases de espíritus (el vegetal y el animal) habían tomado su material envoltura y forma, vino el humano, tomando por Madre material la tierra como en los demás mundos lo verifica; el vegetal y el animal habían traído sexo conocido para, en compensación de los sufrimientos, gozar deleites, ya que ellos no eran castigados; pero el humano vino castigado (desterrado) y no trajo sexo conocido para que, prohibiéndole los goces, pudiera con más acierto meditar:

   De esta manera pobló la Tierra el espíritu humano sin que la procreación material existiera; bastaba entonces al humano una sola encarnación. Vivía feliz, si comparamos aquel modo de ser con el que disfrutamos nosotros: el vegetal y el animal daban para cubrir todas sus necesidades, no conocía lo tuyo ni lo mío, como no conocía tampoco los padecimientos morales ni materiales; no había fronteras porque el mundo entero era su patria; por consiguiente, no conociendo lo tuyo ni lo mío y no teniendo sexo, tampoco le podía dominar el egoísmo como en el día sucede.

  En toda la primera época de la Tierra se vivió en esta forma, pero no conformándose los espíritus humanos con el castigo que se les había impuesto, y recordando que en otros mundos habían disfrutado de los goces sensuales, y viendo que el animal disfrutaba de ellos tuvieron envidia y pidieron al Padre que les concediera también a ellos poderlos disfrutar: El Padre, que por la Ley de Amor, Bondad y Misericordia concede a sus hijos cuanto le piden para su progreso, les concedió lo pedido; mas para que los humanos pudieran disfrutar de lo que deseaban fue preciso que la Tierra pasara por un cataclismo total; a tal efecto, la Tierra se incendió, y se redujo a cenizas todo.

   Hasta aquí la primera época terráquea, que concluyó con el cataclismo único total porque ha pasado, pues aunque luego ha pasado por cuatro más, sólo fueron parciales; con los que, y transcurridos muchos siglos de unos a otros, todo el globo ha disfrutado de la parte seca y de los mares.

  Comprenda, pues, la humanidad que la Tierra ha pasado por cinco cataclismos, uno total de fuego y cuatro parciales de agua, y está pasando por el sexto para obtener el ascenso que le pertenece por Ley natural de progreso.

   Segunda época, o sea, lo que se explica por el pecado original: 

Manifestada ya la concesión que el Padre Espiritual hizo al espíritu humano por su Ley de Amor, Bondad y Misericordia, diremos lo que hizo por la Ley de su Justicia:

Después de la catástrofe y en fuerza del poder de la materia, volvió a concentrarse el fuego en el centro terráqueo, y pronto la costra estuvo dispuesta para recibir las tres clases de espíritus, como en la primera época: de la misma manera, y siguiendo el mismo orden tomaron las materias respectivas; mas los humanos, que habían pedido los goces sensuales, trajeron esta vez sexo conocido, no así los que se conformaron, pues vinieron con los dos para no gozar de ninguno (hermafroditas).

   De este modo se pobló la Tierra en las dos épocas que han sido necesarias a la humanidad desterrada para el cumplimiento de su castigo con la pena del Talión (Ley de Causa-Efecto). Todos se encarnaron sirviéndoles de Madre la tierra; dejando de verificarse así cuando los varones y las hembras llegaron a la pubertad y se conocieron; entonces empezó la procreación material que en el día conocemos (aclaración en el párrafo «HACIENDO UN POCO DE HISTORIA»).

   Ved como el hombre, estando en el Paraíso terrenal en la primera época, y siendo feliz, comió de la fruta que hasta entonces se le había prohibido, pero no por engaño de la Serpiente, como han dicho, sino por haberlo él pedido, sin que se haya de culpar a la mujer en absoluto, como se nos ha hecho creer; lo mismo que la salida del paraíso, que no fue otra cosa que el paso de la primera a la segunda época. No estando esto conforme por lo tanto, con que se le llame pecado original, no habiendo pecado en ello, ya que fue concedido por quien lo había quitado antes como castigo a los desterrados; pues estaría mejor comprendida la palabra pecado original, entendiendo por pecado nuestro orgullo y egoísmo, por ser la causa primera, ya que los tenemos (como tendencia) desde la Creación de nuestro espíritu.

  En la segunda época tenemos al género humano disfrutando de los goces sensuales que pidió y que el Padre no podía negarle por su Ley de Amor, Bondad y Misericordia; pero debía por la Ley de Justicia privarle de algo y le condenó a sostener su materia, con su propio trabajo material, y a los padecimientos morales y materiales.

   Habrá quien diga que el castigo fue duro; mas ¿por qué el humano no había cumplido la Ley impuesta por el Creador? ¿No había comprendido? Habiéndola comprendido, ¿por qué tuvo celos del animal? ¿Cómo supo que antes había disfrutado de los goces sensuales? Lo sabía por las relaciones que constantemente tenía con sus guías protectores. ¿Pues así como comprendió la parte egoísta no comprendió la caritativa? El animal debe llevar siempre consigo los goces para conmutarlos con las penas, ya que en todas partes ha de ser sumiso al humano (por más que como él ascienda a mundos que no son destierro), y el humano solo tenga padecimientos en el destierro; ¿por qué, pues, tenía celos de él?

   Esto mismo sucede al hombre en la actualidad: materialmente comete una pequeña falta y como es tan fea la oculta si puede, mas cuando ocultó la pequeña comete otra mayor y otra hasta que tiene que ser castigado por la Ley….¡Qué pocos son los que procuran enmendarse! Pues tenga presente el hombre que lo mismo le sucede tiempo ha con respecto a la Ley Divina, que por no haberla cumplido en otros mundos fue desterrado, y no conformándose con el castigo impuesto (que era leve) tuvo que cargar con otro más pesado, aunque no tanto como el que tiene en el día de hoy.

   En aquel tiempo el hombre era libre, y sabía que cuanto en la tierra existía era para todos; mas habiéndose conocido el varón y la hembra empezó lo tuyo y lo mío, formáronse las familias y comenzó la superioridad e inferioridad y, por consiguiente, quien mandara y quien obedeciera. De las familias vinieron las caravanas; con ellas los fuertes y los débiles, o sea los orgullosos y los sumisos; de las caravanas vinieron los ejércitos. ¿Por qué? porque los nuevos desterrados no podían avenirse con las Leyes naturales, que en el destierro regían, y con su orgullo trataban de rehacerlas. ¿Qué fruto sacaron? El de nacer grandes de la Tierra y su orgullo quedaba satisfecho sacrificando si era menester a sus semejantes; gozaba la materia, mas el espíritu ganaba el cautiverio con los desterrados, pues del destierro no ha podido salir sin sufrir la pena del Talión (Ley de causa-efecto). ¿Han sido o son felices los egoístas y orgullosos? No, porque su ambición no podía ni puede quedar satisfecha jamás, y cuando en la tierra no hallaban se crearon un cielo y se inventaron Dioses.

   Al orgullo y egoísmo siguió su compañera la vanidad, así es que, no satisfechos con las pieles de los animales para resguardarse de los rigores del frío y del calor, fabricaron tejidos con vegetales, y estos han aumentado en riqueza cuanto aumentó la variedad también. Los frutos naturales les disgustaron y los cultivaron para mejorar y los condimentaron para comerlos. De este modo el hombre se ha hecho esclavo de las necesidades que él mismo se ha creado.

   Creadas las necesidades, forzosamente, para satisfacerlas, vino el comercio, verificándose por el cambio de productos, pero siendo luego dificultoso se creó la moneda, siendo éste, fomento de las malas pasiones de los egoístas, incentivo constante de los ambiciosos o de los fuertes. Reconocidas sus ventajas fue aceptada en seguida y se le tributó un culto, como en el día sucede. Si por la facilidad de las transacciones fueron útiles los metales, fueron también perniciosos, pues dotando al hombre de una segunda fuerza (armas) dio lugar a la lucha y la conquista; cuando un pueblo orgullosos tenía noticia de un terreno rico por sus metales o frutos y animales, se arrojaba sobre él sin reparar que los que lo habitaban eran sus hermanos, y les debía respeto como ellos a él. Este fruto el hombre sacó con no haberse conformado con el castigo que en principio trajo a la Tierra o destierro… ¿Por qué, pues, pide libertad si él por sí se ha hecho esclavo? En el principio fue la fuerza la que se hizo esclava a sí propia y a los débiles; en la actualidad todos a la vez la practican, puesto que el orgullo se halla en toda la escala social. ¿Durará mucho tiempo? No, pero dejemos al tiempo que nos lo diga.

HACIENDO UN POCO DE HISTORIA (tomado del Testamento de la Nueva Era)

   Y para que todavía podamos tener más clara comprensión en Sabiduría, primeramente nos tendremos que profundizar dentro de la historia Concreta del hombre aquí en la Tierra, venido desde el Mundo de los dioses, a más de 25.000 años luz, desde este nuestro que nosotros nos encontramos: al dar a conocer quienes fueron los primeros hombres que vinieron a poblar desde otro lugar del COSMOS, este nuestro planeta Tierra, denominados dioses, por la propia Luz ya del Gran DIOS en el hombre, al superarse su Psicofísico a lo perfecto DIVINO.

   Hoy en nuestros días, nos encontramos confusos, por querer que las varias Culturas que hoy existen, adaptarlas a la nuestra, y aquí es el gran error nuestro, al no querernos adaptar, a la de cada uno, en el lugar a la que ellos se encontraron, cosa que si nos sabemos situar en cada una de ellas en sus formas que las vivieron, sabremos comprender los errores, como igualmente por lo Esotérico la verdad y las contradicciones. Y al trabajar nuestra mente, dentro de lo concreto, es cuando nos dará gran Comprensión y Sabiduría, haciéndonos ver lo inexplicable hoy a nuestra Época en la cual vivimos, al ver Poblados completamente desiertos, o con señales de vida de otros tiempos, que son visitados por el turismo en nuestros días, que maravillan cuando se contemplan a sus Culturas que antes vivieron, las que iban poblando la Tierra.

  Si ahora nos remontamos a la Época de ADAM y EVA, nos encontraremos en la Era de los dioses, por su propia Luz Espiritual de Luces que ya habían alcanzado, mucho antes de venir a poblar la Tierra, en la cual nosotros vivimos.

   ADAM y EVA, son dos anagramas de Gran Filosofía traídos por los extraterrestres, dándonos a conocer que son vidas gemelas, para que extraigamos con sus siete letras lo que significan para el bien de la humanidad, al extraer la Esencia que llevan, diciéndonos: ANTIMATERIA, DIOS, AMOR y MATERIA. Mas las tres segundas nos dicen: ESENCIA, VIDA y AMOR, que unido al del Primero, nos hará comprender el estímulo de la vida al unificarlas, y ser dioses del Gran DIOS de Sabiduría e inmortal y Creadora, al Filosofarlas.

   En el transcurso de lo que denominamos Épocas y Eras, la VIDA fue cogiendo vida de afinidad semejante al igual de su igual cogiendo sus formas, y con ellas su separatividad; unas por la misma transformación de la vida, y otras, por emigrar a otros lugares por Tierra, mar y Aire, y de esta manera es cuando vinieron los diferentes Idiomas y Dialectos, extendiéndose en diferentes Culturas y razas, lo que al principio, solamente era una de sola, cosa que no hay que extrañar, que en otro lugar, el buen sentido de nuestra palabra según la que expresemos, puede ser fatal, o de mal gusto en la Era que hoy nos encontramos, por tener diferente sentido, a la de otro.

  Si ahora nos situamos a comprender la Cultura Griega, la de Oriente, y la Romana, también nos hará ver con clara comprensión una desformación en la continuidad de la vida, que al situarnos en sus Culturas, sabremos comprender mejor la Biblia, y nos daremos perfecta cuenta de los grandes errores que cometemos, al querer que otros la interpreten tal como uno la enseña, sin situarse, en los lugares de aquellos tiempos a los que Ella nos narra, ya que no es lo mismo lo vivido por ellos, los dioses de aquellos tiempos, a lo que uno vive en el nuestro actualmente, inculcándola, según comprende.

  Si analizamos bien lo concreto de la vida, filosofando lo pasado, podremos darnos cuenta de las ramificaciones que han ido surgiendo, saliendo otras, y de estas, otras muchas mas degenerándose, conforme de la primera han ido germinando vida de su vida, perdiendo poco a poco la virtud del Dios teo, theo, de TEOCRACIA, por la de guerrero, Emperador y Rey; y las Naciones del Globo Tierra iban surgiendo por mediación de las Guerras, implantando sus Culturas al formarlas.

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